Maria Antònia Febrer (Islas Baleares) Maria Antònia es farmacéutica en un pueblo de casi tres mil habitantes. "Lo que más me gusta de mi profesión es el hecho de poder ayudar a mejorar la salud de la población", nos confiesa. Ella, además, conoce bien la farmacia balear, no en vano es ...
Maria Antònia Febrer (Islas Baleares)
Maria Antònia es farmacéutica en un pueblo de casi tres mil habitantes. "Lo que más me gusta de mi profesión es el hecho de poder ayudar a mejorar la salud de la población", nos confiesa. Ella, además, conoce bien la farmacia balear, no en vano es también la secretaria del COF de las Islas Baleares. "En pequeños municipios como el mío, el farmacéutico es esencial", nos cuenta, y añade: "De hecho, esa confianza que el paciente deposita en nosotros es lo que nos convierte en un punto importante de información de todas las cuestiones relacionadas con su salud".
El perfil del paciente, en su caso, cada vez es más variado: "A mi farmacia acuden desde personas mayores hasta familias con niños pequeños. Estos grupos de población son los que demandan más consejo farmacéutico por sus propias características", explica. Y es que la farmacia desempeña una función fundamental en perfiles crónicos y polimedicados: "Somos referencia de la salud a pie de calle, de ahí la importancia del asesoramiento profesional". Algo que, sin lugar a dudas, se ha visto claro durante la pandemia: "Tras el cierre de Atención Primaria, nuestra farmacia se convirtió en el único establecimiento sanitario abierto a la población que necesitaba asistencia sanitaria".
Todo lo cual ha reforzado el papel del farmacéutico y la contribución de la farmacia a la sociedad: "Sin duda, el coronavirus ha repercutido en un mayor reconocimiento por parte de la población. En mi caso, me he sentido muy satisfecha de la labor realizada desde la farmacia y muy valorada personalmente". En definitiva, un modelo de farmacia que ha demostrado, con creces, su carácter asistencial. "Veo la evolución de estos últimos años como algo positivo", asegura Maria Antònia, y continúa: "Nos estamos acostumbrando a registrar nuestras actuaciones gracias a plataformas como Nodofarma Asistencial, promovida por el CGCOF. Además, los farmacéuticos nos mantenemos actualizados con formación constante para poder dar un consejo profesional y atender a las peticiones cada vez más diversas de nuestros pacientes".
En su caso, servicios profesionales como homeopatía y dermocosmética están disminuyendo. "En cuanto a ésta última, al estar en muchos canales diferentes a la oficina de farmacia y a unos precios con los que no podemos competir, no es uno de nuestros productos estrella", se lamenta. Pero Maria Antònia ha apostado por otros productos relacionados con el consejo de fitoterapia y EFPS: "Creo que debemos potenciar servicios más asistenciales como SPD, servicios de prevención cardiovascular, control de la tensión, seguimiento del paciente diabético o control del perfil lipídico, pues representan un gran valor añadido para la farmacia".
