Montse Compte (Tarragona) Montse atesora una dilatada experiencia como farmacéutica. Son más de 30 años detrás del mostrador, desde que en 1987 comenzara como titular de una oficina de farmacia en Falset, comarca del Priorat. Todos estos años le han servido para aprender de y con la farmacia. "Soy farmacéutica rural, ...
Montse Compte (Tarragona)
Montse atesora una dilatada experiencia como farmacéutica. Son más de 30 años detrás del mostrador, desde que en 1987 comenzara como titular de una oficina de farmacia en Falset, comarca del Priorat. Todos estos años le han servido para aprender de y con la farmacia. "Soy farmacéutica rural, y los problemas de una farmacia rural son diferentes de los de una farmacia de ciudad. Conocemos al paciente y a su familia, así como su entorno social", asegura. La pandemia ha supuesto un antes y un después para las boticas, pero especialmente para aquellas que están situadas en entornos rurales, y Montse no duda en afirmar que "hemos demostrado que somos un eslabón más de la cadena sanitaria, muy cercanos y accesibles. Así lo vieron los pacientes, ya que podían acceder sin ningún problema a nuestros servicios".
Y es que la cruz verde nunca apagó su luz, a pesar de las dificultades que fueron apareciendo. De hecho, su labor fue mucho más allá: "Colaboramos con la Administración tanto en la dispensación de mascarillas como en la realización de test de antígenos. Facilitamos que la medicación de uso hospitalario que los pacientes tenían que recoger en el hospital la pudiesen recoger en la farmacia. Hicimos y hacemos una gran labor en educación sanitaria". Ahora, según Montse, hace falta que todo esto sea reconocido en su justa medida: "Espero que la Administración sanitaria se dé cuenta del valor de la farmacia y de su accesibilidad".
Una farmacia que, precisamente por su capacidad de adaptación, ha cambiado muchísimo. Así lo ha vivido nuestra farmacéutica en primera persona: "Cuando empecé no había ordenador ni internet. El precio del medicamento lo apuntábamos en la receta, y al ordenarlas hacíamos grupos de 25 para facturar y así contabilizábamos las ventas del SOE". También ha evolucionado la cartera de productos y servicios: "Antes la parafarmacia y la OTC representaban un 10%, como mucho, de la facturación. Actualmente en mi farmacia la venta libre constituye casi un 40% de las ventas".
La crisis económica supuso un punto y aparte en el funcionamiento de la farmacia: "Desarrollamos la gestión por categorías y ahora vamos más enfocados a ofrecer servicios dirigidos a mejorar la salud y a prevenir enfermedades, como el control de la tensión arterial, SPD, el control glucémico, la deshabituación tabáquica, etc. También tenemos sección de ortopedia".
Montse se despide de nosotros no sin antes ofrecernos su visión sobre el futuro: "La farmacia va a dar un gran cambio, debemos hacer lo posible para que así sea. Un cambio hacia una farmacia más asistencial donde los servicios relacionados con la salud sean una parte importante de la actividad". Unos servicios que, por supuesto, deben ser remunerados: "La Administración debería pagar parte de ellos de manera que cualquier ciudadano pudiera beneficiarse".
