El origen de la Farmacia Fornés, en Palma de Mallorca, se remonta a 1888, cuando fue fundada por Ignacio Forteza, tatarabuelo del actual titular, que es Pedro Fornés Nadal. Este joven de 26 años, antes de llegar a la farmacia familiar, estuvo formándose en otras durante un año aproximadamente. En 2019, estuvo trabajando junto a su padre, Pedro Fornés, codo con codo, junto con TH. Kohl, Pharmathek y Caes en lo que iba a ser la reforma de esta farmacia. A principios de 2020, comenzó a lidiar con el día a día de la misma, ya que su padre era paciente de riesgo en la pandemia, con el apoyo y consejo de su hermano, Kiko Fornés Nadal, que cuenta con una larga experiencia como director en cadenas hoteleras en el Caribe. Una de las técnicos también se tuvo que marchar, porque estaba embarazada. Pedro Fornés Nadal se quedó trabajando con una técnico a media jornada y una farmacéutica. "Ahora mismo, la farmacia no tiene nada que ver con lo que era antes", señala. Él pertenece a la quinta generación. Su filosofía es la misma que la de sus antepasados. "135 años al pie del cañón. Mal no nos ha ido, ¿no?", comenta. Sigue sobre todo la filosofía de su padre, que "básicamente es la mejor asistencia al usuario, adaptándonos a los tiempos modernos". A eso es a lo que él se ha dedicado. "Nosotros estamos de pasada, por lo que tenemos que desempeñar nuestro trabajo de la mejor manera posible", sostiene. Confiesa que su padre al principio era un poco reticente a robotizarla, hasta que fueron a Verona invitados por TH. Kohl y vieron el robot trabajando en el showroom de la fábrica.

En dos años, han crecido. Actualmente, son cinco farmacéuticos y tres técnicos. "Mi hermano me tuvo que echar una mano a nivel de recursos humanos, porque imagínese comprar la farmacia a mi padre con 23 años. Hicimos el cambio generacional", manifiesta. Añade que no tenía ni idea de gestión. Define su farmacia como "un innovador espacio dedicado a la salud, regentado por cinco generaciones, siendo una de las farmacias más antiguas de Baleares". Asevera que en ella se encuentran profesionales altamente cualificados y en continua formación para ofrecer "lo más importante, la mejor atención farmacéutica" a sus usuarios y pacientes. Abren todos los días del año, de 08:00 a 00:00 horas. "La base de todo es la comodidad de nuestros pacientes. Es muy importante para nosotros. Por ello trabajamos con las mejores marcas comerciales, con productos de probada eficacia y, si no tenemos algo, lo buscamos en un corto período de tiempo", asegura.

Espacios amplios

El local tiene unos 170 metros cuadrados, de los cuales 120 están destinados al público. El resto es la rebotica, la fonda del robot, un pequeño laboratorio y su despacho. El museo de la farmacia es un espacio dedicado a hacer eventos, cualquier tipo de reunión, formaciones y para atender a los pacientes de una forma más privada.

Tienen una recepción, que es la isla, donde siempre hay un técnico trabajando, contabilizando recetas junto al farmacéutico o metiendo algún tipo de pedido. "Siempre hay presencia de un miembro del equipo en medio de la farmacia, que yo creo que es fundamental para dar la bienvenida", remarca Pedro Fornés Nadal. Recuerda que, cuando se entra a un buen hotel, siempre te encuentras con un recepcionista que te da la bienvenida y que eso se agradece. Lo han querido hacer así en la farmacia, porque es algo "fundamental".

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