La hipersensibilidad dental, una consulta muy presente en la farmacia

La prevalencia de la hipersensibilidad dentinaria sigue aumentando. Desde la oficina de farmacia se pueden detectar a las personas afectadas por esta condición y recomendarles productos específicos, aunque ayudarlos no es tan fácil, sobre todo, por lo complicado del diagnóstico.

Según la evidencia científica, la mayoría de los pacientes no suelen comentar esta problema ni con el dentista, ni el higienista dental cuando acude a la farmacia en busca de un remedio. Sin una idea clara de lo que le sucede, el profesional farmacéutico se enfrenta a una difícil tarea de indagación para realizar la recomendación indicada. Es por eso que Elmex ha organizado este jueves 15 de diciembre una formación específica para farmacéuticos en la que ha divulgado los puntos básicos que deben conocer sobre la hipersensibilidad dental.

Celia de Miguel, farmacéutica comunitaria en Alconchel (Badajoz), la define como un "dolor dental agudo causado por la exposición de la dentina y que aparece tras el contacto con estímulos eternos aparentemente inofensivos como el calor o el frío, dulces o ácidos, y que, por tanto, no puede asociarse con cualquier otra patología bucal". El porqué de su aparición la experta lo explica con la teoría hidrodinámica de Brannstrom, la cual sostiene que "los fluidos que están dentro de los túmulos dentinarios se alteran por cambios térmicos, físicos u osmóticos".

En cuanto a su prevalencia, los estudios estiman que es un condición que afecta "entre un 9 y un 55% de la población". "Esto quiere decir que hay que investigar más sobre el tema" , señala De Miguel. Aunque se trata de una consulta muy común en la farmacia. En este sentido, indica que la edad promedio de las personas con hipersensibilidad es de 20 a 40 años y mayoritariamente mujeres. Además, está presente en el 68% de las recesiones gingivales y la más común, está causada por contacto con el frío.

Otro dato interesante que los profesionales de la farmacia deben tener en cuenta al respecto es que hasta el 98% de los pacientes periodontales esta sintomatología, marcada normalmente por "dolor exagerado ante un estímulo sensitivo leve, por la duración del dolor limitada en el tempo que dura el estímulo, y que además va a tener una perfecta localización del diente afectado y de la zona del dolor en el diente".

Como en todo, asimismo, presenta distintas causas. De acuerdo con la especialista, estas son "higiene bucal deficiente (cepillado con excesivas fuerza, momento del cepillado o simplemente la mala higiene bucal); el consumo de frutas y bebidas ácidas, esto es, alimentos con un pH bajo (cítricos, yogur, té, vino, refrescos…); tratamientos odontológicos como cirugía periodontal y tratamientos de blanqueamiento, que son muy agresivos; también personas con bruxusmo; y enfermedades generales, patologías que cursan con ácidos en boca y que, por tanto, producen una mayor erosión dental (por ejemplo, úlcera gástrica, anorexia y bulimia)".

Las repercusiones, a nivel general, son tres. Así pues, expone, "las personas con sensibilidad dental tienden a evitar los estímulos que la producen dejan de consumir alimentos y bebidas de su agrado, tienen una peor higiene bucal a causa del dolor que sufren cuando la realizan, y hay mayor prevalencia de patologías relacionadas, como caries, gingivitis y periodontitis".

El papel del farmacéutico

En este contexto, ¿cómo puede el farmacéutico ayudar a los pacientes desde su lugar como profesional sanitario? En primer lugar, recalca De Miguel, identificando al paciente. "En primer lugar, averiguar quién es. No es lo mismo que lo presente una chica embarazada o una niño de tres años. Después, es recomendable preguntarle qué síntoma tiene, desde cuándo, y qué acciones ha llevado a cabo para mejorar el síntoma". Saber si toma medicamentos por otros problemas de salud y si tiene alguna alergia también es importante. Además, prosigue, "conviene preguntar si tiene algún otro problema de salud".

Una vez evaluado el perfil del paciente, ya se puede realizar la indicación farmacéutica. Primeramente, señala, "vamos a recomendarle el dentífrico y el colutorio adecuado". En su opinión, el de Elmex tiene un punto diferencial al resto de dentífricos: la arginina. "Promueve la precipitación de iones de calcio y fosfato para formar una capa rica en calcio que sella y ocluye los túmulos dentarios. Esta capa rica en calcio protege a la dentina de la exposición a estímulos externos", expone.

Además, "parece una tontería, pero mucha gente no sabe lavarse correctamente los dientes. Por eso conviene hacerle un pequeño recordatorio de cómo hacerlo y recomendarle un cepillo de dientes adecuado. De nada sirve un buen producto si la herramienta para aplicarlo no es la correcta".

Después es aconsejable realizar un seguimiento del paciente a medio plazo, aunque este sea de paso. "Nunca está de más, y es un acto que nos diferencia como profesional sanitario de la dependienta de Mercadona o la señora de El corte inglés. No hay mejor fidelización que dar un producto con garantías e interesarse luego por cómo le ha ido", reflexiona la especialista.

Si el dolor persiste, hay sospecha de caries, no nota mejoría o presenta sangrado persistente, probablemente, ya sí, el farmacéutico no pueda ayudarle. En esos casos, es principal derivarlo al odontólogo. "Es conveniente, porque puede tener un problema de base grave", señala.

Pautas a seguir

En conclusión, "podemos mejorar la hipersensibilidad dental desde la oficina de farmacia" con una serie de pautas.Comenzando por disminuir el consumo de productos ácidos, ya que pueden erosionar el esmalte y dejar la dentina al descubierto. "Para minimizar su efecto debe esperarse entre cinco y diez minutos antes de cepillarse los dientes después de ingerir refrescos y bebidas gaseosas, alimentos ricos en azúcar, frutas con un elevado contenido en ácidos o productos enlatados que contengan ácido crítico como conservante".

Por otro lado, aconsejando que se evite el consumo de bebidas o alimentos muy fríos o muy calientes. "Modificar algunos hábitos inadecuados, como usar palillos de madera, abrir los envases con los dientes o cortar hilos con ellos", es otra recomendación. Y por supuesto, evitar el tabaco, "responsable de una mayor incidencia de enfermedad periodontal, que retrae las encías".