Mucho que rascar para el mercado invernal de la piel

Con subidas de dos cifras para el valor de los tratamientos para el herpes, los queloides y las irritaciones de las manos, el mercado de productos para el tratamiento de la piel cierra un buen año 2022 y se prepara para afrontar un nuevo año todavía incierto. Dentro de una tendencia a la baja ya iniciada por los productos de consumer health para el acné, la psoriasis y otras afecciones dermatológicas.

20/01/2023

Ante un año 2020 que termina con lluvias y temperaturas algo más suaves de las habituales; y una segunda parte del invierno, que también se prevé húmeda y con alta probabilidad de olas de frío, el cuidado de la piel debe calentar motores y dar un paso al frente, para ...

Ante un año 2020 que termina con lluvias y temperaturas algo más suaves de las habituales; y una segunda parte del invierno, que también se prevé húmeda y con alta probabilidad de olas de frío, el cuidado de la piel debe calentar motores y dar un paso al frente, para proveerse de productos eficaces y seguros como ya hubo que hacer durante el tórrido verano y este pasado otoño bastante templado.

Frío a las puertas

Prepararse para recibir el invierno también debe ser prepararse para cuidar y tratar la piel. Inclemencias meteorológicas y otras agresiones recomiendan una vigilancia especial de este órgano tan expuesto al entorno. Ya no caben dudas respecto a que el frío es causa de deshidratación, al igual que el uso de la calefacción también puede ser un factor de sequedad. Fenómeno este último que afecta a los talones, además del rostro, las piernas y los propios pies en su conjunto. En el caso de los talones, la piel es muy gruesa en ellos y, además, carecen de sustancias grasas que puedan aportar hidratación.

Como avisa la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), las manos y los labios de la cara también son superficies muy sensibles al frío, aunque ante dicha sequedad se puede oponer una buena hidratación, sin que humedecer los labios con la lengua sea una buena opción.

La sociedad científica recomienda usar guantes y cremas con efecto barrera para proteger las manos del frío, así como no recurrir a productos poco respetuosos con la cara y cuerpo, optando claramente por presentaciones suaves y testadas dermatológicamente. Las duchas deben realizarse con agua ni muy fría ni muy caliente y no más de una vez al día. Los labios de la cara no deben recibir la luz ultravioleta. Un daño que también puede sufrir la piel no cubierta, si no se usan gafas sin filtros, especialmente en zonas de nieve. Dado que este elemento natural refleja hasta el 80% de la radiación solar.

El cuidado de la piel en invierno también debe incluir la protección contra el sol del invierno, como una buena rutina que hay que completar con un nulo o muy escaso consumo de alcohol, que atrofia la dilatación capilar facial, y elusión total del tabaco, en paralelo a mantener un buen tono corporal con la adecuada actividad física habitual. De igual modo, la piel se nutre de una ingesta adecuada de agua, sin deber caer en la hiperhidratación. Al tener presente que la ingesta de agua no debe ser ni inferior ni superior a 1,5 o 2 litros al día. Según la doctora Nayra Merino, especialista del Hospital Quirón de Tenerife y miembro de la AEDV, el dermatólogo es el principal médico especialista de la piel, el pelo y las mucosas. El agente sanitario directamente concernido que, al igual que el farmacéutico, recibe consultas sobre cómo proteger al paciente de las bajas temperaturas en la mitad inferior de la cara, el cuello, el escote y las manos.

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Autor: IM Farmacias
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