Menopausia: "Debe basarse en una atención integral desde distintos puntos de vista"

Según Ángeles Prado Álvarez, farmacéutica comunitaria en Cantabria y miembro del Grupo de HTA y RCV y del Grupo de Salud de la Mujer de la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC), el abordaje de la menopausia desde la farmacia "debe basarse en una atención integral desde distintos puntos de vista". Explica que, en primer lugar, resulta muy importante identificar las necesidades de cada mujer durante esta etapa. "Los síntomas característicos pueden presentarse o no y, de aparecer, afectar más o menos a su calidad de vida", comenta. Por eso, "el farmacéutico comunitario debe proporcionar información sobre los cambios que tienen lugar y aportar educación sanitaria que ayude a la mujer en esta etapa".

Igualmente, "es una buena oportunidad para que conozca los servicios profesionales farmacéuticos asistenciales que le pueden ayudar en este punto de su vida como son la cesación tabáquica o la medición y control de presión arterial y riesgo cardiovascular que pueden ser de utilidad para las usuarias". Además, "el farmacéutico comunitario podrá indicar tratamientos que no requieran prescripción, así como productos sanitarios y complementos alimenticios con evidencia útiles para tratar la sintomatología asociada, sin olvidar informar sobre las posibles dudas que puedan surgir acerca de su tratamiento médico".

Las principales consultas que llegan al mostrador están vinculadas con los síntomas característicos de la menopausia: "Sofocos, problemas relacionados con el sueño, tanto en conciliación como en despertares, ansiedad, sequedad vaginal o molestias genitourinarias, falta de libido, pero las mujeres en esta época también están preocupadas por la dificultad para perder peso, cambios en la piel, pelo, olvidos frecuentes o cansancio". Para ello, la farmacia comunitaria dispone de opciones con las que mejorar la calidad de vida de las mujeres, bien, ayudándoles a entender lo que les sucede y a implementar los cambios, bien ofreciendo productos sanitarios o complementos alimenticios que pueden resolver o mejorar estas manifestaciones.

Prado Álvarez afirma que "la población suele identificar los sofocos como el síntoma principal asociado a la menopausia, aunque no relaciona otros con esta etapa". Avisa de que taquicardias, palpitaciones, dolor en las relaciones sexuales, prurito o ardor en la vulva pueden ser, de la misma manera, consecuencia de esta transición. "Conocer que existe una causa ayuda a entender la situación y a buscar una solución que cobra mayor importancia cuando existe afectación emocional", remarca.

Mantiene, además, que "la educación sanitaria que se debe proporcionar desde la farmacia comunitaria fomentará un estilo de vida saludable que contemple una dieta variada y equilibrada rica en frutas y verduras, grasas saludables, fibras y alimentos ricos en calcio y vitamina D". Añade que se recomienda controlar la ingesta de sal, alcohol y no fumar. Asimismo, "se recordará la importancia de realizar ejercicio físico porque se segregan endorfinas, importantes para la esfera emocional, fortalece los huesos, músculos y articulaciones, tiene beneficios cardiovasculares, aumenta el HDL, colesterol bueno, y, si además se realiza al aire libre, se sintetiza vitamina D". Por último, "es importante aprender a gestionar el estrés mediante yoga, técnicas de relajación, respiración o meditación".

Con todo, insiste en "el papel privilegiado del farmacéutico comunitario en el abordaje de la menopausia por su disponibilidad, conocimiento, formación, accesibilidad y relación de confianza". A su entender, existen muchas formas de ayudar a las mujeres en esta etapa: "Indicando recursos para los síntomas característicos, ofreciendo servicios profesionales para mejorar el riesgo cardiovascular y facilitando educación sanitaria para cuidar nuestra salud ósea y cardiovascular".