Para Rosa María Páez López, abrir cada día la puerta de su farmacia "es un nuevo reto, es apasionante". Lleva 26 años en el sector farmacéutico. Primero, como farmacéutica adjunta. Desde hace dos años, como farmacéutica titular de Farmacia Páez, que se encuentra en un municipio de poco más de ...
Para Rosa María Páez López, abrir cada día la puerta de su farmacia "es un nuevo reto, es apasionante". Lleva 26 años en el sector farmacéutico. Primero, como farmacéutica adjunta. Desde hace dos años, como farmacéutica titular de Farmacia Páez, que se encuentra en un municipio de poco más de 6.000 habitantes, en Allariz (Orense), una villa turística que se caracteriza por su entorno natural y su casco histórico lleno de encanto.
Por las necesidades que requería la zona, esta farmacia era un nuevo servicio. Para la nueva apertura contaron con la ayuda de Apotheka en cuanto al diseño y a la reforma del local. "Lo que intentamos es que la farmacia fuese un espacio abierto en época de pandemia: tenía que ser amplia, sin barreras arquitectónicas, cómoda, espaciosa, etcétera; un espacio de salud orientado siempre a la prevención y al autocuidado", explica. Insiste en que, cuando la abrió, en tiempos de la Covid-19, el objetivo era que fuera una farmacia tecnológica y moderna, y que por ello apostó por lo digital. En la actualidad, son tres farmacéuticas y el horario de la farmacia es ampliado de 12 horas.
El local, de 145 metros cuadrados, está dividido en zonas por categorías. "Apotheka me ofreció un concepto de diseño que no me ofrecieron otras empresas, algo innovador y diferente. Supieron captar desde el principio mi visión de un nuevo concepto de farmacia, acogedora, cálida y natural", afirma. Un espacio que transmitiese serenidad y tranquilidad, tanto para los clientes como para ellas, las que realmente pasan muchas horas en ella.
"Lo que buscaba realmente era un arquitecto creativo especializado en farmacia y lo encontré en Apotheka, que fue la única empresa capaz de hacer realidad lo que yo quería, algo personalizado y no un mueble estándar", reflexiona Páez López. Añade que estuvo muy "acompañada y entendida desde el primer momento" durante el proceso.
"Decidirnos por este espacio tan completo ha sido una apuesta muy arriesgada que se ha visto muy recompensada y, personalmente, muy satisfactoria", considera. Puntualiza que, en su día, hizo una inversión grande para ser un pueblo tan pequeño. Podría haberse arriesgado y que no hubiera salido bien, pero remarca que, afortunadamente, le ha salido bien y que entra mucha gente en la farmacia.
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