Pilar Álvarez (Cantabria) Pilar aprendió a ser farmacéutica de la mejor persona: su madre. "Desde que terminé la carrera he tenido experiencias en distintas farmacias tanto rurales como urbanas, y también estuve unos años dedicándome a la investigación haciendo el doctorado en Inmunología. Cuando ella se jubiló el año pasado, yo ...
Pilar Álvarez (Cantabria)
Pilar aprendió a ser farmacéutica de la mejor persona: su madre. "Desde que terminé la carrera he tenido experiencias en distintas farmacias tanto rurales como urbanas, y también estuve unos años dedicándome a la investigación haciendo el doctorado en Inmunología. Cuando ella se jubiló el año pasado, yo adquirí su farmacia y me convertí en titular", nos relata. La farmacia de Pilar está ubicada en el verde paisaje de La Cavada, un municipio de poco más de mil habitantes con unas necesidades específicas de salud, ya que el perfil mayoritario son personas mayores con patologías crónicas y polimedicadas. Por ello, "la labor del farmacéutico en este entorno es fundamental para la calidad de vida de las personas: educando a los pacientes sobre su tratamiento, fomentando la adherencia terapéutica y evitando errores en la medicación".
Algo que se hizo más patente durante la pandemia, cuando "ofrecimos una atención sanitaria de primera línea en un momento en el que en nuestro municipio se cerraron los consultorios", nos cuenta antes de añadir que, "de esta forma, se evitó el colapso del Sistema Nacional de Salud y pudimos demostrar el potencial asistencial y social de la farmacia española".
La farmacia ha cambiado mucho en los últimos años, adaptándose a unos nuevos tiempos en los que la sociedad demanda servicios más personalizados y de mayor calidad. "Esta profesión sanitaria todavía está infrautilizada, pero seguimos demostrando que podemos ser más asistenciales", asegura. Es el caso de la realización y comunicación de resultados de test de antígenos o la dispensación colaborativa entre servicios de farmacia hospitalaria y farmacias comunitarias.
Le preguntamos qué innovaciones destacaría a día de hoy. "Sin duda, la incorporación de la receta electrónica privada y para mutualistas, pero también las plataformas como CISMED o Farmahelp para notificar las incidencias con el suministro de medicamentos o mejorar el acceso del medicamento a los pacientes", asegura Pilar, que también destaca la utilización de bases de datos como el BOT plus, que permite disponer de información sanitaria actualizada de medicamentos y productos de parafarmacia de forma fácil y rápida.
Pero mientras la farmacia pone de su parte, ¿lo hace también la Administración? No duda en responder que "tienen que llegar cambios desde la Administración, pues los farmacéuticos tenemos formación suficiente para, por ejemplo, dispensar bajo nuestra responsabilidad profesional de un reducido vademécum de medicamentos para aliviar patologías menores". Ello mejoraría, sin duda, la atención que reciben los pacientes y reduciría la presión en los centros de salud.
Pilar se despide de nosotros con un mensaje optimista. "La farmacia ha ganado reconocimiento y valor", sentencia, y concluye: "Vamos a seguir creciendo con una mayor integración en el sistema sanitario y ejerciendo como un agente esencial en la salud de la ciudadanía. Para ello, debemos mantener la calidad de la atención farmacéutica, invertir en formación de calidad y poner el foco en la salud integral de las personas".
