En el contexto actual, abanderar una filosofía de vida a través de una marca es diseñar el ser, estar, hacer, vivir e importar de una determinada comunidad. Debemos estructurar nuestro mensaje, nuestra visión y nuestro propósito en el `cómo´ y no en el `qué´ de lo que hacemos. Diseñar una mirada ...
En el contexto actual, abanderar una filosofía de vida a través de una marca es diseñar el ser, estar, hacer, vivir e importar de una determinada comunidad.
Debemos estructurar nuestro mensaje, nuestra visión y nuestro propósito en el `cómo´ y no en el `qué´ de lo que hacemos. Diseñar una mirada diferente, memorable y `líquida´, sin importar ya que corresponde al canal físico y al canal digital. Da igual lo que hagas: ya sea un producto, un servicio o una experiencia de conocimiento, en cada uno de estos casos serás relevante si nos transmites cuál es tu punto de vista sobre el mundo.
Muchas veces, seguramente desde la ingenuidad y el desconocimiento, se entiende que nuestra función liderando marcas se basa en escoger colores, formas, mensajes atractivos, fotografías provocadoras y elementos estéticos, pero esta no es la función del diseño en una organización, en un producto o servicio, o incluso en una marca personal.
Nuestro trabajo es narrativa y cultura, es diseñar la cultura corporativa de tu farmacia, que será la base de tu diseño, de tu producto y de tu negocio. Sin ello, cualquier estrategia que propongas no se desarrollará de manera completa, íntegra y eficiente.
Cualquier titular que lidere la farmacia y su equipo sin conocer las claves para liderar su marca y su cultura organizacional, juega en desventaja, y más en este nuevo contexto. Sin ello, la marca no desarrollará comunidad, no será relevante y no conseguirá diferenciarse. En esta línea, el trabajo en branding y diseño experiencial trata de crear relaciones profundas. Y los negocios, sin duda, también son eso: relaciones de confianza construidas a través de objetivos y emociones.
Por tanto, como profesional o como farmacia, tu marca tiene que ser, estar, hacer, vivir e importar. Debes conocer y, si es posible, aplicar, estas cinco premisas que detallo a continuación:
1. Sin una buena marca no existes
Sin una buena cultura corporativa tu estrategia nunca funcionará de manera eficiente y tu marca no crecerá. Diseña un buen propósito alrededor de tu marca. Al fin y al cabo, la marca es el activo más importante de una empresa. Estructura tus valores, tus líneas de actuación de impacto medioambiental, social y de liderazgo organizacional. La marca es cultura. Expresa lo que nos importa, lo que nos define y, si es posible, incluso lo que nos une.
Las marcas son todo un estilo de vida, así que comunica tu estilo, tu tono y tu carácter alineado a estos valores corporativos.
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