La piel de los niños: dermatitis, lunares y virus

Por Dra. Lorea Bagazgoitia, dermatóloga.

31/03/2023

La piel de los niños tiene muchas similitudes con la piel adulta. De hecho, poco después del nacimiento ya funciona igual, o incluso mejor, porque aún no ha estado expuesta a agresiones como la contaminación o el sol. Sin embargo, hay ciertas patologías cutáneas que sí afectan a esta edad de ...

La piel de los niños tiene muchas similitudes con la piel adulta. De hecho, poco después del nacimiento ya funciona igual, o incluso mejor, porque aún no ha estado expuesta a agresiones como la contaminación o el sol.

Sin embargo, hay ciertas patologías cutáneas que sí afectan a esta edad de forma preferente. Por esta razón, el objetivo de dicho artículo es hacer una revisión de esas condiciones más frecuentes en niños, sus características y enfoque terapéutico, de tal manera que estas pinceladas puedan ser útiles para atender cuestiones al respecto desde la farmacia.

Dermatitis en los niños

Es frecuente oír que un niño tiene `dermatitis´. Sin embargo, estos comentarios no siempre se refieren al mismo tipo de dermatitis. En bebés, especialmente, podemos distinguir dos, que en ocasiones se solapan en el tiempo y que nada tienen que ver en cuanto a patogenia y evolución: la dermatitis seborreica y la dermatitis atópica.

Dermatitis seborreica: la dermatitis seborreica es una enfermedad característicamente de adultos, sin embargo, es frecuente su presencia en bebés durante sus primeros tres o cuatro meses de vida. Típicamente se observa rojez en la piel y escamas de color amarillento en los laterales de la nariz, la frente y, característicamente, el cuero cabelludo, donde recibe el nombre de costra láctea. Las hormonas maternas persistentes en el torrente sanguíneo del bebé favorecen que su piel sea más grasa y, por tanto, el sobrecrecimiento del hongo malasezzia, que induce inflamación en la piel produciendo esa rojez y descamación características. Se resuelve de forma espontánea a partir del cuarto mes de vida. Siendo estrictos, no precisa tratamiento dada esta evolución, pero algunos papás prefieren acelerar su curación, para lo cual podemos utilizar productos cosméticos orientados a ello, antifúngicos o, en ocasiones, corticoides tópicos bajo supervisión médica.

Dermatitis atópica: la dermatitis atópica es una enfermedad crónica que puede aparecer a cualquier edad. No obstante, es muy frecuente en niños y no es raro que esté presente desde los primeros meses de vida. Los bebés que la padecen presentan rojez y descamación en las mejillas y zonas de extensión. Las áreas afectadas, además de simple sequedad y descamación, pueden sufrir también fisuración y exudación. Se considera que estas zonas de piel inflamada son la consecuencia de una defectuosa estructura de la epidermis, acompañada de una disregulación inmune.

La dermatitis atópica puede ser el comienzo de la marcha atópica, fenómeno que describe el hecho de que muchos niños con dermatitis presenten otros cuadros alérgicos en los años siguientes (rinitis, asma, alergia alimentaria). En este sentido, parece importante mantener bien controlados los brotes de dermatitis en los primeros meses de vida, pues podría prevenir el desarrollo de futuras alergias. Para ello es importante la valoración médica del niño, así como una orientación terapéutica adecuada.

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Autor: IM Farmacias
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