Cuidados imprescindibles para la piel del bebé

Por Meritxell Martí, farmacéutica experta en dermatología.

03/04/2023

El dicho "menos es más" hay que tomarlo al pie de la letra durante los primeros días de vida del bebé, cuando el producto más adecuado para el cuidado de su piel es el agua sola. Los recién nacidos tienen una capa protectora natural en todo su cuerpo, blanquecina y ...

El dicho "menos es más" hay que tomarlo al pie de la letra durante los primeros días de vida del bebé, cuando el producto más adecuado para el cuidado de su piel es el agua sola. Los recién nacidos tienen una capa protectora natural en todo su cuerpo, blanquecina y algo grasa, llamada Vernix Caseoso, una capa grasa que contiene células epiteliales y secreciones grasas de las mismas glándulas sebáceas del bebé. Esta película protege la piel del bebé durante el embarazo de la humedad del líquido amniótico, así como de las posibles rozaduras y de las bacterias.

Al nacer, muchos médicos recomiendan no limpiar con jabones esta capa protectora, sino asear al bebé con agua templada con extremado cuidado los restos de sangre, después masajear con cuidado esta capa y dejar que se vaya absorbiendo con cuidado, dejando el Vernix intacto. Superado el primer mes de vida, las necesidades para su cuidado van cambiando a medida que se hacen mayores. Los productos específicos para cuidar la piel de los bebés son los de limpieza, los de hidratación y los de protección de la piel. Hay productos más útiles, más necesarios, y otros más superfluos, pero siempre hay que procurar utilizar los específicos para cada caso.

Champú

El uso del champú en bebés viene determinado por la cantidad de cabello que tiene y lo graso o seco que sea. La mayoría de los bebés no precisan de un producto específico hasta el primer año de vida, pero en el caso de usarlo, lo ideal es que sea suave. Los más adecuados son los que no contienen fragancias artificiales, colorantes artificiales, conservantes irritantes ni alergénicos. Generalmente, en las etiquetas, los conservantes aparecen como quaternium 15, imidazolidin urea y parabenes, componentes que hay que evitar.

También es importante evitar los productos que contengan trietanolamina y dietanolamina. Estos dos productos han sido suprimidos del mercado últimamente ya que interaccionaban con los nitritos, formando nitrosaminas cancerígenas que pueden penetrar rápidamente en la piel. Es probable que se lean en las etiquetas con el nombre de TEA –sodium laurilsulfato o cocamida-DEA.

Los champús más eficaces y recomendables son los que contienen como conservantes los extractos de semillas de cítricos, el fenoxietanol o las vitaminas A, C y E, también conocidas como retinil palmitato, acido ascórbico y alfa-tocoferol.

En los bebés es habitual la aparición de la llamada `costra láctea´, que tiene apariencia de escamas grasas y acostumbra a aparecer en la cabeza, aunque puede hacerlo igualmente en todas las partes del cuerpo. Para eliminarla se puede usar un champú suave y un cepillo con cerdas de nilón suaves, desaconsejándose las naturales ya que suelen acumular bacterias. No es necesaria eliminarla en un lavado, sino que se puede hacer progresivamente. Y, aunque no se conocen las causas de su aparición, parece que el exceso de producción de aceite tiene algo que ver. Con todo, no se trata de una infección y no provoca picor ni malestar. Algunos champús específicos para bebés contienen un poco de ácido salicílico para eliminarla más fácilmente.

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Para aprender más sobre la atención dermatológica en bebés, consulta nuestro artículo: La piel de los niños: dermatitis, lunares y virus

Autor: IM Farmacias
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