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La Agencia Europea del Medicamento ha emitido un comunicado conjunto con varios manufacturadores de los inhibidores de las quinasas JAK, en el que advierten de potenciales toxicidades en subgrupos de pacientes con artritis reumatoide tratados con Cibinqo (abrocitinib), Jyseleca (filgotinib), Olumiant (baricitinib), Rinvoq (upadacitinib) o Xeljanz (tofacitinib). En pacientes de ...
La Agencia Europea del Medicamento ha emitido un comunicado conjunto con varios manufacturadores de los inhibidores de las quinasas JAK, en el que advierten de potenciales toxicidades en subgrupos de pacientes con artritis reumatoide tratados con Cibinqo (abrocitinib), Jyseleca (filgotinib), Olumiant (baricitinib), Rinvoq (upadacitinib) o Xeljanz (tofacitinib). En pacientes de 65 años de edad o mayores, fumadores o que abandonaron el hábito tras un prolongado periodo de tabaquismo, o con otros factores de riesgo cardiovascular u oncológico, estas medicaciones sólo pueden ser prescritas cuando no exista ninguna otra alternativa terapéutica, afirman los expertos. Éstos también recomiendan el uso cauteloso en pacientes con riesgos diferentes de los citados, el examen cutáneo regular en todos los pacientes, así como la comunicación del riesgo de efectos adversos al paciente, por parte del clínico. Estas recomendaciones derivan del observado aumento de la incidencia de cánceres, accidentes cardiovasculares, infecciones graves, tromboembolismos venosos y mortalidad en estos pacientes. Los inhibidores de JAK ya estaban en el punto de mira de la EMA desde el año 2021, cuando los resultados de un ensayo clínico con tofacitinb señalaron un incremento en la incidencia de accidentes cardiovasculares serios y de procesos tumorales, en pacientes con artritis reumatoide mayores de 49 años y con al menos un factor de riesgo cardiovascular adicional. Posteriormente, otro estudio puso de manifiesto un aumento en la frecuencia de infarto de miocardio, cáncer de pulmón y linfoma, en comparación con el tratamiento con inhibidores del TNF-alfa.
Resultados preliminares referentes a baricitinib apuntan en la misma dirección, según se desprende de un estudio en el que la tasa de tromboembolismos fue mayor que la del grupo tratado con agentes anti-TNF.
Los expertos concluyen indicando que los riesgos de estas medicaciones constituyen un efecto de clase, señalando además la necesidad de que sean reportados los potenciales nuevos efectos adversos observados en clínica.