Sergio Aguilera (Cáceres) "Lo mejor de los farmacéuticos es que somos muy resolutivos y tenemos la capacidad de ayudar a los demás en sus problemas de salud". Así comienza la entrevista con este experimentado boticario de Extremadura. Sergio comenzó su andadura como farmacéutico adjunto y de óptico en diferentes ciudades como ...
Sergio Aguilera (Cáceres)
"Lo mejor de los farmacéuticos es que somos muy resolutivos y tenemos la capacidad de ayudar a los demás en sus problemas de salud". Así comienza la entrevista con este experimentado boticario de Extremadura. Sergio comenzó su andadura como farmacéutico adjunto y de óptico en diferentes ciudades como Salamanca y Madrid. Finalmente, surgió la oportunidad de adquirir su propia farmacia en la provincia de Cáceres, y no se lo pensó dos veces: "Mi botica es una farmacia rural donde se intenta dar el mayor apoyo y servicio farmacéutico a los vecinos que nos lo demanda". Allí, el perfil de paciente es mayoritariamente polimedicado, con un rango de edad que supera los 70 años.
Explica que "el modelo de farmacia ha sido cambiante en los últimos años: las modificaciones en la normativa, la bajada de precios o las subastas en algunas CC. AA. han creado cierta incertidumbre dentro del sector". Cambios que, sin embargo, no han afectado a la naturaleza de servicio público de la farmacia. En su caso, indica que, "en farmacia rural, nos dedicamos sobre todo a la dispensación de medicamentos, ya que la parafarmacia, por falta de conocimiento de los pacientes, apenas tiene salida". Y prosigue: "En rural es importante educar a los pacientes en materia de salud, por ejemplo a través de pequeños gestos como recordar que una buena salud bucodental previene la aparición de enfermedades. Eso marca la diferencia".
Los servicios complementarios han venido a la farmacia para quedarse. "El futuro a medio-largo plazo pasa por ellos, esto es, por dar asistencia farmacéutica desde todos los ámbitos", declara Sergio, y añade que "es importante ofrecer el máximo número de servicios farmacéuticos asistenciales en función de las características de la farmacia, es el caso del servicio de SPD, el seguimiento farmacoterapéutico o la indicación farmacéutica".
Se trata, en definitiva, de conseguir una especialización máxima de la oficina de farmacia. "Existen correlaciones, por ejemplo con la sección de óptica, que nos puede servir no solo para graduar, sino para controlar a nuestros pacientes que vengan a recoger su medicación para el glaucoma, y controlar su presión intraocular", detalla. Pero todos estos servicios, claro está, deben ser remunerados: "El profesional sanitario invierte mucho tiempo, dinero y formación antes de incorporar cualquier sección o servicio dentro de la oficina de farmacia, y debe ser retribuido y reconocido para poner valor a ese conocimiento".
Sergio se despide de nosotros no sin antes reivindicar el papel crucial que ejerce la farmacia rural: "Esperamos que los cambios vayan encaminados a ayudar realmente a las farmacias rurales, que son la base de nuestro modelo de farmacias". Esto es esencial, no solo para el mantenimiento del propio sistema, sino también para hacer frente a retos como la despoblación. Y es que "el mundo rural se está despoblando a pasos agigantados y, si no se previene todo esto, el modelo mediterráneo de farmacia se verá resentido".
