Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), uno de cada cuatro nacimientos en España se produce por medio de una cesárea. Esta intervención deja una herida en la zona del bajo vientre de la madre que, si bien las técnicas quirúrgicas han evolucionado de forma considerable, puede evolucionar hacía ...
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), uno de cada cuatro nacimientos en España se produce por medio de una cesárea. Esta intervención deja una herida en la zona del bajo vientre de la madre que, si bien las técnicas quirúrgicas han evolucionado de forma considerable, puede evolucionar hacía una visible cicatriz lineal transversal de varios centímetros y cierto grosor si no se atiende el seguimiento adecuado. Los expertos recomiendan no infravalorar los cuidados a la herida ya que son clave para una buena evolución de la cicatrización.
Cómo cuidar la cicatriz por cesárea
Tras la cirugía se procede a la sutura con puntos o con grapas, que se quitarán al cabo de 7-10 días. Esta herida inicial debe curarse con antisépticos para evitar la infección de los puntos. Es habitual que el color inicial sea rosado o un poco rojizo. Una vez retirados los puntos o grapas, y confirmado que todo evoluciona correctamente, es el momento de utilizar un tratamiento reductor de cicatrices.
En este sentido, los parches reductores de cicatrices han demostrado ser una excelente opción que proporciona una barrera impermeable, protectora y adherente para crear las condiciones necesarias para que la cicatrización se produzca adecuadamente. Es fundamental que el parche cubre toda la cicatriz. Habitualmente el proceso de cicatrización dura unas cuantas semanas, dependiendo del tamaño de herida y el tipo de piel, observándose una evolución y disminución del tamaño de la cicatriz, pasando del color rosado inicial a un blanco nacarado que hará que llegue a pasar inadvertida con el paso de los años.
Los parches de Trofolastin Reductor de Cicatrices previenen y reducen la formación de cicatrices hipertróficas y queloides producidas por cirugía general, cirugías estéticas y cortes en ocho semanas. Se trata de unos apósitos que incorporan una doble membrana de poliuretano microporoso y una superficie acrílica que actúan como escudo solar y son resistentes al agua, mostrando una alta capacidad de fijación a la piel. Se adaptan sobre las distintas partes del cuerpo y pueden permanecer fijados en la piel hasta siete días según el tipo de cicatriz.
