Profundizamos con Tomás Muret, vocal nacional de Dermofarmacia del Consejo General de Farmacéuticos, en cómo ha de ser el abordaje de la dermofarmacia desde la farmacia comunitaria. "En primer lugar, tiene que ser integral y personalizado, teniendo en cuenta las necesidades específicas de cada paciente", reflexiona. Después, "el personal, como ...
Profundizamos con Tomás Muret, vocal nacional de Dermofarmacia del Consejo General de Farmacéuticos, en cómo ha de ser el abordaje de la dermofarmacia desde la farmacia comunitaria. "En primer lugar, tiene que ser integral y personalizado, teniendo en cuenta las necesidades específicas de cada paciente", reflexiona. Después, "el personal, como profesional sanitario, lo que debe hacer es una labor de educación, tanto en el cuidado de la piel como en la prevención de futuras patologías".
Para ello, se requiere que los farmacéuticos comunitarios tengan "conocimientos especializados en dermofarmacia", en diferentes tipos de piel, en patología cutánea, sobre todo para ofrecer un asesoramiento adecuado y también para saber cuándo deben derivar al dermatólogo. Es decir, la clave de una correcta recomendación dermo empieza con una buena formación sobre piel, patologías cutáneas, envejecimiento, prevención y tratamientos, tanto farmacológicos como no farmacológicos.
Información detallada
Además, han de ofrecer una "información detallada" sobre aquellos productos cosméticos disponibles en la oficina de farmacia. "Detrás de un buen consejo siempre tiene que haber un producto de calidad", pronuncia. En cualquier caso, aboga por utilizar productos cosméticos avalados científicamente por estudios rigurosos.
"Debemos conocer los productos que tenemos, cuáles son sus componentes, cuáles son los beneficios que pueden dar, cómo se deben aplicar, cuáles son las pautas de uso", argumenta. Destaca que, desde el Consejo General, presentaron en 2018 un protocolo de cómo se debe realizar esta actuación en dermofarmacia. Igualmente, han desarrollado para todos los farmacéuticos una serie de protocolos sobre diferentes patologías, en los que se define la patología en sí, se detalla qué tratamientos farmacológicos y no farmacológicos hay para esa patología (incluyendo los dermocosméticos), qué consejos farmacéuticos se pueden dar, los criterios de derivación, un algoritmo de actuación y un ejemplo práctico. El objetivo de su vocalía es que "todas las farmacias de España den el mismo mensaje" gracias a estos protocolos.
Sobre las principales consultas en dermofarmacia que llegan al mostrador, Muret aclara que es algo que va por edades. Expone que, en infantil, sobre todo son consultas relacionadas con dermatitis atópica. A nivel adolescente, con acné. "Ya no sólo en adolescentes, también a nivel de mujer de alrededor de 40 años. Estamos viendo bastante brote de acné en mujer adulta", indica. En adultos, relacionadas con hiperpigmentaciones, las típicas manchas. Hay muchas consultas asimismo sobre rosácea, dermatitis seborreica, psoriasis y, cada vez más, sobre temas de envejecimiento. Si tuviera que quedarse con las tres afecciones que más se consultan serían dermatitis atópica, acné e hiperpigmentación.
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