Desde hace unos años, se va notando en la farmacia comunitaria cómo cada vez más hombres se preocupan por el estado de su piel. Iván Ramos Niño, vocal de Dermofarmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Salamanca, sostiene que, "actualmente, podemos decir que uno de cada dos hombres adquiere productos ...
Desde hace unos años, se va notando en la farmacia comunitaria cómo cada vez más hombres se preocupan por el estado de su piel. Iván Ramos Niño, vocal de Dermofarmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Salamanca, sostiene que, "actualmente, podemos decir que uno de cada dos hombres adquiere productos de belleza, aunque la oferta de productos en farmacia es limitada, ya que la cosmética masculina no se trabaja como categoría". Apunta, además, que los hombres no buscan esas rutinas diarias completas a las que están acostumbradas las mujeres, "sino algo más sencillo o tratamientos específicos para un determinado problema y con resultados rápidos, ya que la falta de constancia suele ser un hándicap en la rutina del paciente masculino".
¿Cómo ha de ser el abordaje del cuidado masculino dermatológico desde la farmacia? Responde que "el protocolo de actuación de un servicio de dermocosmética para un hombre, de inicio, no difiere mucho del protocolo que utilizamos para las mujeres". Lo primero en lo que se indaga, en ambos casos, es información sobre sus hábitos de vida, tipo de piel, problemas dermatológicos que preocupan, patologías existentes, medicación, etcétera. "Todo ello para poder iniciar el consejo de un tratamiento personalizado para cubrir esas necesidades", matiza. Llegados a este punto, "intentamos que los cuidados y tratamientos que podamos aconsejar a un hombre sean lo más sencillos posibles, pero sin descuidar la eficacia, con el objetivo de afianzar la constancia y aumentar así las posibilidades de éxito".
Respecto a las principales consultas sobre la piel del hombre que llegan al mostrador, Ramos Niño dice que "muchas y muy variadas". Expone que son un constante las consultas por problemas post afeitado, como pueden ser la irritación, el escozor, el ardor, las rojeces e incluso las heridas. "Los hombres tampoco dejan de lado los problemas de hidratación o arrugas, muy marcados en pieles maduras", indica. Especial atención hay que poner en la llamada foliculitis de la barba, que se manifiesta, debido a un afeitado apurado, con granos rojos o con pus en la zona de la barba. Esto se debe a que el pelo no crece por su canal normal, sino a través de la piel. Otra de las consultas es la fotoprotección. Aquí, los ingredientes cosméticos y las formulaciones son unisex, utilizando los mismos productos tanto hombres como mujeres. Cita que las máximas preocupaciones de los hombres que llegan a la farmacia son la búsqueda de productos para facilitar el afeitado, el tratamiento de las arrugas del rostro, la hidratación de la piel, las bolsas y ojeras, la caída del cabello, etcétera.
En teoría, los hombres pueden presentar las mismas enfermedades en la piel que las mujeres, incluso son menos propensos porque tienen una piel más gruesa. Ramos Niño advierte de que "el gran pero radica en que no suelen ser tan rigurosos con la limpieza, la hidratación, la protección y en general el cuidado de la piel y, por esta razón, pueden desarrollar ciertas condiciones con más facilidad". Las enfermedades de mayor prevalencia cutánea en los hombres son el cáncer de piel, las dermatitis, las manchas, psoriasis, el acné o las infecciones de la piel, entre otras.
Le cuestionamos por el porcentaje de las consultas que diría que se pueden resolver desde la farmacia. "En este sentido, desde la farmacia comunitaria debemos de ser muy precavidos. Cualquiera de las enfermedades o problemas mencionados anteriormente son motivo de consulta con un dermatólogo, pues la clave para los tratamientos exitosos es detectar las enfermedades en una etapa temprana. Así que, ante cualquier cambio en la piel como manchas de apariencia poco común, lunares, úlceras o picazones persistentes, lo mejor es consultar con el especialista", alega.
Los pasos esenciales son para una rutina de cuidado masculino muy sencillos: "Limpieza, hidratación y protección solar". "Ahora, esta rutina se puede desarrollar de una manera más completa, intentando sacar el mayor rendimiento a nuestros productos y cuidar la piel de la mejor manera posible", describe. Por el día es básica una limpieza facial, usando productos con tensioactivos suaves y ricos en ceramidas, con el objetivo de potenciar la función barrera de la piel. Antes del afeitado, utilizar geles que ablanden el vello y, posteriormente, un after shave para disminuir la irritación causada, añadiendo además frescor a la zona. "Continuaremos con productos hidratantes a base de ácido hialurónico y con sérums antioxidantes a base de vitamina E, para estimular la producción de colágeno y elastina. Debemos finalizar, obligatoriamente, con un fotoprotector de alto factor de protección, aplicando en cantidad generosa, y con reaplicación cada dos o tres horas si fuera necesario", aconseja. Por la noche, "haremos una doble limpieza". Primero con un aceite que arrastre los restos de cremas y protector solar, continuando con una limpieza en gel para exfoliar la piel suavemente y alisarla, al tiempo que retiramos las impurezas y el exceso de sebo. Después de la limpieza, hidrataremos la piel con un contorno de ojos y una loción microexfoliante suave y de textura fina.
