Este primer taller sirvió para compartir las principales preocupaciones de la mujer en el posparto.
Estado: Esperando
El pasado martes 4 de febrero, Barcelona reunió a madres y matronas para compartir experiencias y debatir sobre los retos que plantea una de las etapas más importantes en la vida de las mamás y sus bebés: el posparto. Laboratorios Salvat y la FAME (Federación de Asociaciones de Matronas de España) ...
El pasado martes 4 de febrero, Barcelona reunió a madres y matronas para compartir experiencias y debatir sobre los retos que plantea una de las etapas más importantes en la vida de las mamás y sus bebés: el posparto. Laboratorios Salvat y la FAME (Federación de Asociaciones de Matronas de España) han organizado un encuentro para que mamás y matronas puedan compartir experiencias y dudas acerca de esta etapa de suma importancia tanto para la madre como para el pequeño. Cristina Martínez Bueno, Presidenta de la FAME, Responsable del programa de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva de Barcelona del Institut Català de la Salut y Profesora titular de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Barcelona, ha destacado “el enorme apoyo que el colectivo de matronas ofrece a las mujeres no sólo en el embarazo y durante el parto sino en una de las etapas más complicadas: el posparto. Se tiende a creer que este período es uno de los más felices en la vida de la mujer pero se obvian muchos matices y problemas que surgen y de los que se habla muy poco”. En ese sentido, ha insistido en “el papel insustituible de la matrona, que ejerce como guía para resolver las cuestiones más técnicas pero también como importante apoyo emocional”.
El del posparto es un gran desconocido: por lo general, se considera el final de una etapa de preparación física y psicológica que finaliza en el momento de dar a luz pero esto no es así, ya que los cambios continúan y la mujer debe enfrentarse a una serie de situaciones totalmente nuevas que, en muchas ocasiones, son todo un reto. De ahí el papel fundamental que juega la figura de la matrona durante esta etapa. Según Martínez Bueno, “se ha idealizado en exceso la etapa del posparto, cuando los sentimientos ambivalentes son muy comunes. Se trata de un período muy desconocido, en el que la reorganización y adaptación al nuevo día a día son fundamentales, y ahí es donde las matronas también jugamos un papel importante”.
Asimismo, también se ha destacado la importancia de “una corresponsabilidad de madres y padres. El hombre parece que, muchas veces, ejerce de suplente y la madre, de titular. Hemos de conseguir acabar con esta situación para que los dos sean titulares, ya que se trata de un proyecto conjunto. Necesitamos tiempo para desarrollar acciones específicas con el fin de que los hombres aprendan a trabajar la paternidad desde la masculinidad”, afirma Cristina Martínez. En ese sentido, el colectivo de matronas ha comenzado a organizar grupos de padres para resolver sus dudas y temores y acompañarles también durante esta etapa.
Por lo común, se acostumbra a pensar que las matronas sólo están presentes en el momento del parto cuando, en realidad, sus competencias son mucho más amplias. Con el reconocimiento de la OMS (Organización Mundial de la Salud), de la Unión Europea y la Confederación Internacional de Matronas, este colectivo está formado por profesionales plenamente capacitados para atender de forma autónoma los embarazos y partos normales.
Una vez la mamá ha dado a luz, las funciones de la matrona son esenciales para la recuperación de madre e hijo. La matrona es el profesional de referencia en esta etapa llena de dudas: el puerperio. Realiza la exploración de la mamá y el bebé, establece un plan de cuidados para ella y su bebé, asesora a la mamá y sobre la lactancia materna y los cuidados para la recuperación física y emocional. Asimismo, informa sobre los signos de normalidad y aclara las dudas más frecuentes.
En el caso concreto de la lactancia, la figura de la matrona es de gran importancia, ya que las estancias en las clínicas y hospitales son cada vez más cortas y, en muchas ocasiones, el cansancio, el dolor o las circunstancias del propio entorno dificultan el proceso de aprendizaje y son responsables de la mayor facilidad a la hora de abandonar la lactancia. Por tanto, la orientación profesional y las recomendaciones de este colectivo son fundamentales para el buen inicio de la lactancia.