Edward Bach nació en 1886 en Moseley, a las afueras de Birmingham, Reino Unido. Allí es donde estudió primaria, secundaria y, a los veinte años, empezó una carrera universitaria en Birmingham y en el University College Hospital en Londres. Sin parar de estudiar y teniendo un puesto estable de trabajo, ...
Edward Bach nació en 1886 en Moseley, a las afueras de Birmingham, Reino Unido. Allí es donde estudió primaria, secundaria y, a los veinte años, empezó una carrera universitaria en Birmingham y en el University College Hospital en Londres. Sin parar de estudiar y teniendo un puesto estable de trabajo, empezó a observar la personalidad de las personas de su entorno, haciendo hincapié en las reacciones de cada una de ellas según su estado de ánimo y situación.
A los 31 años le operaron de urgencia y los cirujanos le delimitaron sólo tres meses de vida. A pesar de ello y motivado con la idea de dejar huella, volvió a su hogar para investigar aquello que siempre le había llamado la atención: las emociones de las personas.
Contra todo pronóstico y con el paso de las semanas, Bach se empezó a sentir cada vez más fuerte y superó el tiempo dictaminado por los médicos. Debido a esto, empezó a considerar aún más seriamente la influencia que tenían los estados de ánimo de las personas a la hora de afrontar diferentes situaciones críticas. Esta curiosidad y su búsqueda, le llevó a descubrir la funcionalidad de las flores.
Con el tiempo, creó el Centro Bach en una casa llamada Mount Vernon, en Oxfordshire, donde desarrolló las esencias tal y como las conocemos en la actualidad, y, donde todavía hoy, crecen la mayoría de las plantas y flores silvestres utilizadas para la elaboración de las Flores de Bach® Originales.
Conforme fue aumentando la demanda, el Centro Bach se asoció con la compañía Nelsons (con origen en la Farmacia Nelsons, fundada en 1867) para que le ayudara a formular, embotellar y distribuir por todo el Reino Unido las Flores de Bach® Originales. Hoy en día, se distribuyen en más de 70 países y millones de personas las utilizan en todo el mundo.
Después de su muerte, en 1936, su trabajo queda en manos de Nora Weeks y Victor Bullen, quienes se mantuvieron fieles a la sencillez y al amor hacía las flores con las que habían estado trabajando durante años.
Flores de Bach®
La importancia de las emociones
Las 38 Flores de Bach® Originales se centran en todas las emociones, temporales o habituales del individuo. Están agrupadas por diferentes tipos de emociones y participan de la armonía y serenidad en el día a día.
Las Flores de Bach® Originales utilizan las mismas fórmulas desarrolladas por Edward Bach, por lo que no han cambiado desde su creación en los años 30. Por lo que son las únicas autorizadas para llevar la firma de Edward Bach, lo que le otorga Garantía de Calidad y Autenticidad y son certificadas por el Centro Bach de UK.
Proceso de elaboración
De las 38 Flores de Bach® Originales, 20 se preparan mediante el método solar, especialmente indicado para las flores que florecen a finales de primavera y verano. Las 18 restantes se preparan mediante el método de ebullición, indicado para flores, arbustos y plantas que florecen durante principios de año. Los visitantes del Centro Bach aún pueden ver hoy en día cómo se preparan de forma totalmente tradicional, siguiendo las mismas pautas de Edward Bach. Esto es así porque hay una línea directa de sucesión desde Edward Bach hasta el actual equipo en el Centro Bach, que ha sido seleccionado y formado para continuar con su labor y asegurar que permanece todo exactamente igual a los orígenes.
¿Cómo se utilizan las Flores de Bach® Originales?
Consisten en un método sencillo y suave presentado en frascos cuentagotas, muy fácil de usar. Se pueden tomar de varias maneras:
Escoger la flor o mezcla de flores ideal, es primordial para su buen uso, y la gran variedad de Flores de Bach Originales garantiza que haya una para todos.
¿Cómo funcionan las Flores de Bach® Originales?
Cada emoción tiene su Flor de Bach® Original, Cada una de las 38 flores se centra en la emoción que siente una persona ante distintas situaciones cotidianas. De este modo, según el estado emocional de la persona, se escogerá una flor u otra.
Los distintos estados emocionales pueden clasificarse en siete grupos:
