Personas que practican deportes o realizan trabajos físicos durante períodos prolongados a altas temperaturas corren más riesgo de padecer el denominado "síndrome gastrointestinal inducido por el ejercicio", y que puede resultar de cierta gravedad, según advierten investigadores de la Universidad de Monash (Australia), tras llevar a cabo un estudio. Dicho síndrome ...
Personas que practican deportes o realizan trabajos físicos durante períodos prolongados a altas temperaturas corren más riesgo de padecer el denominado "síndrome gastrointestinal inducido por el ejercicio", y que puede resultar de cierta gravedad, según advierten investigadores de la Universidad de Monash (Australia), tras llevar a cabo un estudio.
Dicho síndrome se caracteríza por una variedad de signos y síntomas debilitantes, como resultado de agentes patógenos (por ejemplo, bacterias o endotoxinas bacterianas) en el intestino que se filtran a la circulación sanguínea. Situación que puede dar lugar a implicaciones clínicas más graves, como la sepsis, si el sistema inmunológico del cuerpo no puede hacer frente a estos patógenos en la sangre. Esta patología (EIGS), por sus siglas en inglés, presenta unas condiciones similares a la enfermedad intestinal isquémica, el síndrome del intestino irritable y la enfermedad inflamatoria intestinal.
Publicado en la revista ´Temperature´, los resultados del estudio muestran que un aumento en la temperatura corporal central a 39°C o más, después de dos horas de ejercicio bajo condiciones calurosas, puede predecir la aparición de daño intestinal y el movimiento de patógenos desde el intestino hacia el torrente sanguíneo. A medida que va aumentando la temperatura corporal central, también se incrementa la extensión del daño intestinal, la endotoxina bacteriana, las respuestas inflamatorias sistémicas y los síntomas intestinales.
Según el tipo, la duración y las condiciones ambientales, hasta el 85 % de los atletas de resistencia de alto rendimiento, como los corredores de maratón, han experimentado estos síntomas intestinales en alguna ocasión.
Mecanismo del síndrome
El síndrome puede aparecer cuando el esfuerzo prolongado en el calor desvía el flujo sanguíneo hacia la periferia del cuerpo (p. ej., las extremidades) para ayudar a enfriar el cuerpo. Esto hace que la pared de las células intestinales se rompa y se abra a medida que menos sangre rodea el intestino y proporciona a las células los nutrientes que necesitan para permanecer herméticamente selladas.
Las toxinas y los microbios pueden pasar del intestino al torrente sanguíneo, causando síntomas de EIGS como náuseas, vómitos, diarrea y posiblemente una respuesta inflamatoria en todo el cuerpo, o, incluso la muerte, si no se trataran.
En el estudio, atletas entrenados en resistencia corrieron durante dos horas a una temperatura de 21,2 a 30,0 °C y de 35,0 a 37,2 °C, y se tomaron muestras de sangre y temperatura en varios puntos. Se pudo observar que tras dos horas de carrera constante (60 por ciento de VO2max ) bajo altas temperaturas podrían predecir la magnitud de EIGS.
"Los hallazgos de esta investigación no solo ayudarán al rendimiento de los atletas y los mantendrán seguros, sino que se basarán en las prácticas de salud, seguridad y medioambiente ocupacional dentro de los lugares de trabajo para evitar resultados adversos para la salud de las personas que están expuestas a estrés por calor por esfuerzo prolongado", expuso la autora principal, la Dra. Kayla Henningsen, del Departamento de Nutrición, Dietética y Alimentos de la Universidad de Monash.
Junto con su equipo, dicha investigadora están evaluando estrategias de nutrición para mantener el flujo sanguíneo alrededor del intestino durante el estrés por calor por esfuerzo, para ayudar a prevenir el daño intestinal.
