Por esto, desde la farmacia es importante ayudar al paciente con afecciones respiratorias de muchas maneras, tal como explican desde el blog de Fedefarma. 1.- Educación y promoción de la salud Para empezar, tienes tu consejo farmacéutico. Este puede ser muy relevante para ayudar a tu paciente a dejar de fumar, pero ...
Por esto, desde la farmacia es importante ayudar al paciente con afecciones respiratorias de muchas maneras, tal como explican desde el blog de Fedefarma.
1.- Educación y promoción de la salud
Para empezar, tienes tu consejo farmacéutico. Este puede ser muy relevante para ayudar a tu paciente a dejar de fumar, pero también para fomentar un estilo de vida saludable que incluya la práctica de actividad física, una dieta variada y equilibrada y evitar el sedentarismo, dado que la obesidad constituye también un factor de riesgo para las enfermedades respiratorias.
2.- Detección de enfermedades
Un ejemplo cercano está en la introducción de los test diagnósticos de COVID-19 en las farmacias, decisivo para ayudar a controlar esta enfermedad. Una iniciativa que se puede extrapolar a otras patologías.
3.- Seguimiento de pacientes crónicos
Tu cercanía y relación de confianza con los pacientes hacen que desde la farmacia puedas ser clave en este sentido. Este rol, que se ha estudiado en numerosos países, tiene especial relevancia sobre todo en el campo de las dos enfermedades respiratorias crónicas más prevalentes: la EPOC y el asma.
Afecciones respiratorias más relevantes
La lista de enfermedades y trastornos respiratorios es muy extensa, pero si nos centramos en las más relevantes, cabe destacar:
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la causa de muerte de a más de 3 millones de personas cada año. Se caracteriza por la obstrucción de las vías aéreas y la destrucción progresiva del tejido pulmonar. También es habitual referirse a ella como bronquitis crónica o enfisema pulmonar. Sus síntomas principales son la dificultad para respirar, la presencia de tos persistente y expectoración. Al principio, los síntomas suelen ser leves, pero tienden a agravarse. Esto se da especialmente si no se abandona el consumo de tabaco, causa principal.
El asma bronquial, que afecta a más de 300 millones de personas del planeta y cuya prevalencia está en aumento. Se trata de una enfermedad crónica de los pulmones, caracterizada por la inflamación y el estrechamiento de las vías respiratorias que da lugar a obstrucción y dificultad para respirar. Por lo general, comienza en la infancia, pero puede afectar a personas de cualquier edad. Anualmente mueren por su causa cerca de medio millón de personas en todo el mundo.
El cáncer de pulmón, que fue la causa de muerte de 1,8 millones de personas en el planeta en 2020, según datos de la OMS. Del mismo modo que la EPOC y otras enfermedades respiratorias, la ausencia de tabaco en el entorno del paciente puede mejorar el cuadro clínico.
La tuberculosis ha sido una enfermedad relativamente controlada hace unas décadas, pero la aparición del VIH la volvió a poner en el primer plano de los problemas de salud pública. Además, la pandemia de COVID-19 ha provocado un gran retroceso en su control. En 2020 fue la causa de muerte de 1,5 millones de personas en todo el mundo. El bacilo Mycobacterium tuberculosis, causante de la enfermedad, ha desarrollado resistencias a la gran mayoría de fármacos que se emplean para tratar la infección. Es por ello que su erradicación es cada vez más complicada.
La neumonía es la principal enfermedad infecciosa del tracto respiratorio inferior. Está causada por distintos virus y bacterias, aunque existen vacunas antineumocócicas que protegen a varios serotipos de neumococos incluidas en el calendario vacunal, tanto para niños como para adultos. No obstante, la neumonía es responsable del 15% de las muertes de menores de 5 años en el mundo y en 2021 fue la causa de muerte de 2,5 millones de personas de todas las edades.
La COVID-19, causada por el coronavirus SARS-CoV-2 y que ataca principalmente al sistema respiratorio, se ha convertido en la enfermedad infecciosa más mortífera de la actualidad. La cifra de víctimas mortales supera los 6,5 millones desde el inicio de la pandemia.
