Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Wake Forest de Carolina del Norte (EEUU) han hallado una asociación entre el consumo excesivo de alcohol y niveles más altos de grasa ectópica, es decir, la grasa alrededor de órganos como el corazón, el hígado y los intestinos. "La grasa pericárdica, ...
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Wake Forest de Carolina del Norte (EEUU) han hallado una asociación entre el consumo excesivo de alcohol y niveles más altos de grasa ectópica, es decir, la grasa alrededor de órganos como el corazón, el hígado y los intestinos.
"La grasa pericárdica, alrededor del corazón, también se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, por lo que queríamos comprender mejor cómo la ingesta de alcohol podría contribuir a ese riesgo", explicó el Dr. Richard Kazibwe, profesor asistente de medicina interna en la Facultad de Medicina de la Universidad Wake Forest y autor principal del estudio, publicado en la edición on line del ´Journal of the American Heart Association´.
Acumulación de grasa pericardíaca
Se realizaron tomografías computarizadas (TC) en un subconjunto de participantes, lo que permitió al equipo de investigación analizar datos sobre la cantidad de grasa que puede acumularse en ciertos lugares, como alrededor del corazón (grasa pericárdica) y en el hígado (grasa hepática). ).
"Las tomografías computarizadas nos permiten ver más profundamente en el cuerpo para medir y comprender mejor cómo se distribuye la grasa en el cuerpo. La distribución de la grasa corporal puede explicar las diferencias en el riesgo cardiovascular más allá de la medida tradicional de la obesidad, como el índice de masa corporal. Por ejemplo, sabemos que dos personas con un índice de masa corporal similar pueden tener riesgos cardiovasculares diferentes", según el Dr. Kazibwe.
El equipo de investigación encontró que el consumo excesivo de alcohol, en comparación con los participantes que nunca lo habían consumido, se asociaron con una grasa pericárdica significativamente mayor. Los resultados fueron similares para otros depósitos ectópicos con las asociaciones más fuertes para el pericardio y el hígado. "Precisamente, los niveles más bajos de grasa ectópica se observaron en personas que informaron un consumo de alcohol entre ligero y moderado", agregó el Dr. Kazibwe.
En comparación con la cerveza y los licores o bebidas espirituosas más "potentes", el consumo de vino parecía estar menos asociado con una mayor grasa pericárdica, aunque, según el Dr Kazibwe, una posible explicación podrían ser los beneficios de los polifenoles, compuestos beneficiosos que se encuentran en dicha bebida.
"Además, hay otras características a considerar, como la dieta y el ejercicio. Los bebedores de vino podrían tener un mejor acceso a la atención médica y estilos de vida más saludables que los no bebedores", añadió el referido investigador.
En general, la relación entre el consumo de alcohol y la grasa ectópica mostró un patrón en forma de J, una forma común de visualizar el marcado aumento de los riesgos para la salud en relación con el consumo de alcohol. "Estos hallazgos son significativos porque tanto el consumo excesivo de alcohol como la acumulación excesiva de grasa ectópica son factores de riesgo conocidos de enfermedad cardiovascular", recordó el Dr. Kazibwe. "También es importante enfatizar que, dados los problemas de salud bien documentados causados por el consumo excesivo de alcohol, es importante que las personas sean conscientes de estos riesgos potenciales", agregó
"Se necesitan estudios adicionales para aclarar aún más el papel de la distribución de grasa ectópica en la relación entre el consumo de alcohol y las enfermedades cardiovasculares", señaló, por su parte, la prof. Cashell Jaquish, epidemióloga genética y responsable de programas del NHLBI.
