La obesidad en niños pequeños se encuentra en niveles sin precedentes: en Europa la prevalencia de la obesidad oscila entre el 3,5% y el 7,3% en niños de 2 a 6 años, mientras en los EE. UU., el 15% de los niños menores de 5 años la sufren. Si bien ...
La obesidad en niños pequeños se encuentra en niveles sin precedentes: en Europa la prevalencia de la obesidad oscila entre el 3,5% y el 7,3% en niños de 2 a 6 años, mientras en los EE. UU., el 15% de los niños menores de 5 años la sufren. Si bien la mayoría de las comorbilidades relacionadas con la obesidad aparecen por primera vez en la edad adulta temprana, la trayectoria comienza en la primera infancia. Es por ello que investigadores del Instituto Karolinska (Suecia) defienden el tratamiento temprano de la obesidad en niños por su eficacia tanto a corto como a largo plazo.
En un estudio publicado en ´International Journal of Obesity´, los autores del trabajo siguieron a más de 170 niños pequeños en Suecia que habían recibido tratamiento por obesidad diagnosticada. Los menores fueron reclutados para el estudio controlado aleatorio cuando tenían entre cuatro y seis años de edad a través de clínicas infantiles en la región de Estocolmo. Los niños y sus padres fueron asignados aleatoriamente a una de tres condiciones de tratamiento: tratamiento estándar, grupo de apoyo de los padres o grupo de apoyo de los padres con seguimiento telefónico.
Beneficios de la intervención temprana
Ambos tipos de integrantes del grupo de tratamiento estándar tuvieron reuniones centradas en la dieta y el ejercicio con un médico, pediatra y/o dietista. Los dos grupos de apoyo a los padres no involucraron a los niños y se centraron en cómo los padres pueden promover estilos de vida saludables en la familia de manera positiva y sin conflictos. Después de asistir a los grupos de apoyo para padres, a la mitad de los participantes se les asignó aleatoriamente una llamada telefónica de seguimiento.
Los niños de los tres grupos mejoraron su peso y vieron una reducción en su grado de obesidad. Aquellos cuyos padres recibieron apoyo parental obtuvieron los mejores resultados, especialmente los que también recibieron llamadas telefónicas de seguimiento. También descubrieron que más niños en este tercer grupo mostraron una mejora clínicamente relevante en su estado de peso asociada con una mejor salud metabólica, es decir, mejores niveles de lípidos y glucosa en sangre.
Si bien la obesidad es difícil de tratar, explica, el estudio muestra que el tratamiento intensivo es seguro y eficaz para los niños en edad preescolar. "Tratar a niños a esa edad es mucho más eficaz que empezar a tratarlos en la adolescencia. Algunos adolescentes están considerando una posible cirugía bariátrica y esperamos que esto pueda evitarse con un tratamiento más temprano", tal como expuso la investigadora principal, Paulina Nowicka, profesora asociada de Ciencias Pediátricas del Departamento de Ciencia Clínica, Intervención y Tecnología del Instituto Karolinska y profesora de Estudios de Alimentos, Nutrición y Dietética en la Universidad de Uppsala.
