La última conferencia de la tarde este miércoles en DermoCOFM 2023 la protagonizaron Tomás Muret y Gema Herrerías. Versó sobre los activos cosméticos con evidencia científica y si sabemos reconocerlos. "No estoy en contra de las marcas nuevas. Pero, tenemos que tener claro que lo que traigamos a la farmacia ...
La última conferencia de la tarde este miércoles en DermoCOFM 2023 la protagonizaron Tomás Muret y Gema Herrerías. Versó sobre los activos cosméticos con evidencia científica y si sabemos reconocerlos. "No estoy en contra de las marcas nuevas. Pero, tenemos que tener claro que lo que traigamos a la farmacia tiene que tener evidencia científica" dijo Muret. "Nos aplicamos productos cosméticos que tienen ingredientes", matizó Herrerías. No son sólo las fórmulas, sino también las rutinas. Si se quiere saltar el paso del sérum antioxidante, se puede tomar nutricosmética. Siempre, defendió, doble protección. Los filtros solares asimismo son antioxidantes. Comentó que está obsesionada con la función barrera. Son muchos factores. Hay que hidratar, pero no es suficiente. Hay que restaurar la barrera. Los protectores sociales tienen que ser híbridos, de alto espectro y alta protección.
Por la noche, después de hacer la limpieza, contorno de ojos. Se pueden hacer diferentes productos por la noche. Los retinoides son un perfecto tratamiento, salvo si se está embarazada. Se elegirán en función de si es una piel sensible o resistente. Si es sensible, habrá que aplicarlos de forma progresiva. Los productos que se tienen en la farmacia hacen muchas cosas. En cuanto a los renovadores, Herrerías es mucho de peelings químicos.
Esto no es tan fácil. Muret puso un ejemplo. El cosmético más vendido de Amazón es un sérum de vitamina C de la marca Florence. Le sorprendió el que reivindican el que tienen un control microbiológico, cuando se ha de tener siempre. Y el que está testado en pieles sensibles. "Las características del sérum es que tenían un envase cristal topacio que previene de los ultravioletas, cosas muy básicas", afirmó. Lleva una sal de vitamina C, que ha de estar en un ph de 6,5 y el suyo era de 3,5. El color es pardo anaranjado. Lo importante no termina siendo lo que se mete en la cazuela sino lo que se saca. Herrerías concluyó que "parece fácil, pero no". Hay que ir a lo que dice la ciencia y ver cómo los productos están formulados. Si los fabricantes no lo indican, no se sabe la concentración de los ingredientes. Alego que hay que partir de la base de materias primas con evidencia.
Muret comentó que está la locura de mirar los ISCI. Hay que ir con cuidado con la calidad. La pureza es muy difícil de saber. Se encuentra en la procedencia, en la extracción y en la purificación de ingredientes cosméticos. "Necesitamos materias primas que tengan estudios de eficacia. Otra cosa que están surgiendo son los clones low cost. Cuestan seis veces menos y hacen casi lo mismo. La cuestión está en el casi", aseveró. La cosmética low cost abusa del agua, los ingredientes son de baja calidad y hay baja concentración. Se pueden meter muchos ingredientes, pero estos productos no tienen estudios de eficacia ni de formulación. Se basan mucho en el marketing de la indicación. Funcionan muy bien en la sensorialidad. Otra moda es la de productos low cost, pero sólo de un ingrediente.
"Lo barato sale caro", avisó Herrerías. Muchas veces el aplicar muchos productos en capa se puede irritar la piel. Recordaron que los cosmecéuticos, como el jamón de York, "no existen". Lo que entra dentro del parámetro de cosmética es cosmética. A veces se utilizan "estos palabros" para aumentar el precio de las cosas. Un mito es el de la cosmética natural. "Estoy en contra de aquellos productos que reivindican el sin, sin, sin. Estoy a favor de los productos con, con, con", manifestó Muret. Lo que le interesa de la cosmética natural, aparte de lo bio, es que sea eficaz. Si no es eficaz, no sirve. La que muestra su eficacia es la que sirve. Glosó los estudios en microbiológicos, estabilidad, irritación y sensibilización cutánea y eficacia. Los de eficacia son muy caros. Por eso, un producto que tenga un estudio de eficacia será más caro.
Para Herrerías, los estudios in vitro demuestran la funcionalidad de una fórmula. Cuando se lanza un producto al mercado, se hacen pruebas in vitro para ver la base que mejor funciona. Los in vivo demuestran lo que pasa cuando se aplica el cosmético en un período de tiempo.
El farmacéutico debe saber leer la letra pequeña. La evaluación subjetiva es importante en los test de uso bajo control dermatológico. Eso sí, es una opinión. Tienen que quedarse en el laboratorio. No ser lo que demuestre la efectividad del producto. Se quiere ver la eficacia real. Del mismo modo, hay que identificar las necesidades de cada tipo de piel. En base a eso, se hará una foto del paciente para recomendar. Aconsejar en base a los estudios, más que en base a los ingredientes.
El secreto mejor guardado es que los cosméticos más eficaces son los que tu piel necesita en cada momento.
