"El abordaje del SPD se tiene que hacer desde el mostrador"

Beatriz García, Farmacéutica de Farmacia Josep Maria Selva Martí.

09/10/2023

El Sistema Personalizado de Dosificación (SPD) es mucho más que reacondicionar los medicamentos en dosis unitarias. Beatriz García, farmacéutica de Farmacia Josep Maria Selva Martí, actualmente cursando el Grado de Química en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), remarca que "el SPD permite prepararle al paciente tanto la medicación prescrita ...

El Sistema Personalizado de Dosificación (SPD) es mucho más que reacondicionar los medicamentos en dosis unitarias. Beatriz García, farmacéutica de Farmacia Josep Maria Selva Martí, actualmente cursando el Grado de Química en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), remarca que "el SPD permite prepararle al paciente tanto la medicación prescrita por su médico como los complementos alimenticios que tome, de forma ordenada, dividida en varias tomas al día según necesidad durante una semana o más, y con la garantía de que un farmacéutico supervisa y controla la medicación y le informa del estado de la receta en cualquier momento".

Asegura que "los SPD permiten hacerles la vida más fácil a los pacientes, familiares o cuidadores, evitando olvidos o errores en la toma de medicamentos, aumentando la calidad de vida y la salud de los pacientes y, por lo tanto, tener un seguimiento farmacológico por nuestra parte además de su médico". En definitiva, "el SPD es eficacia, seguridad, calidad, garantía, salud y tranquilidad para el paciente, y fidelidad para la farmacia".

En su farmacia, realizan el SPD a 135 pacientes, "y todos son de mostrador". Señala que "el abordaje del SPD se tiene que hacer desde el mostrador". "Todo el equipo debe conocer en qué consiste el SPD, sus beneficios, el proceso de elaboración y todos debemos ofrecerlo y promocionarlo de la misma manera", puntualiza. Hace hincapié en que todo el personal de la farmacia debe detectar a los pacientes idóneos para ofrecerles el servicio como pacientes polimedicados, con tratamientos complejos, con cambios de medicación constantes, pacientes que acuden con mucha frecuencia a la farmacia porque siempre `le faltan pastillas´, pacientes que no saben leer, pacientes dependientes, con tratamiento nuevo por alta hospitalaria, pacientes deportistas que toman mucha suplementación, pacientes que empiezan algún tratamiento oncológico y les van a ayudar temporalmente mientras dure el proceso. Finalmente, piensa que no sólo hay que ofrecerle el servicio al propio paciente, también a familiares y cuidadores. Asimismo, lo promocionan en carteles, panfletos informativos y en redes sociales.

A su parecer, "la preparación del SPD en la farmacia sólo necesita organización y establecer qué días se va a revisar tratamientos y sacar la medicación de cada paciente que se necesitará para la producción, qué días se va a producir y repasar y, finalmente qué días se va a limpiar el robot y entregar la medicación a los pacientes". Cada farmacia, en función de los servicios que ofrezca y de los trabajadores que tenga, "se puede organizar de forma diferente". Explica que ellos revisan tratamientos, sacan medicación y cargan el robot los lunes, producen los martes y los miércoles revisan, limpian y los acondicionan en sus cajas para que los pacientes, cuidadores o familiares puedan recoger el SPD el jueves, viernes o sábado.

¿Es fácil implementar este servicio en la farmacia? "Cuando nuestro jefe, Josep Maria Selva, nos dijo que la empresa Ti-Medi nos iba a traer una ´máquina´ para hacer el SPD de forma más rápida y, poder así, ofrecer el servicio a más pacientes, me sorprendí bastante. Había visto robots, pero no sabía que podíamos tener uno en la farmacia. Nuestro jefe tomó esta decisión porque le hacíamos el SPD manual en blíster a unos 40 pacientes semanales y estábamos un poco desbordados, ya que cada vez teníamos más demanda y menos tiempo. Un día vinieron a instalarnos el robot, hicimos una formación y empezamos. Así de fácil y rápido", contesta. Primero, cogieron a un único paciente de los 40 que tenían, se lo hicieron y esperaron una semana para saber su opinión. Le encantó, así que la semana siguiente se lanzaron a hacérselo al resto de pacientes. Con el paso de las semanas, "la fluidez y familiaridad con el robot fueron aumentando", y ahora no se imaginan trabajar sin él.

Autor: IM Farmacias
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