La "desalineación circadiana" afecta a las hormonas responsables de regular el apetito

Cuando se produce una alteración del ritmo corporal, a su vez, repercute en la regulación normal del apetito, en parte, como resultado de la desincronización entre la producción de hormonas esteroides suprarrenales y el momento del ciclo de luz y oscuridad.

11/10/2023

Científicos de Bristol (Reino Unido) y la Universidad de Salud Ocupacional y Ambiental de Japón investigan sobre la "desalineación circadiana" (un fenómeno comúnmente asociado con el "jet-lag" por el cual se altera el reloj biológico del cuerpo) y su efecto en las hormonas responsables de regular el apetito. Al respecto, ...

Científicos de Bristol (Reino Unido) y la Universidad de Salud Ocupacional y Ambiental de Japón investigan sobre la "desalineación circadiana" (un fenómeno comúnmente asociado con el "jet-lag" por el cual se altera el reloj biológico del cuerpo) y su efecto en las hormonas responsables de regular el apetito. Al respecto, sugieren que la desalineación circadiana puede alterar profundamente la regulación cerebral de las hormonas que controlan el hambre en detrimento de la salud metabólica.

El equipo se centró en las hormonas glucocorticoides de la glándula suprarrenal que regulan muchas funciones fisiológicas, incluidos el metabolismo y el apetito. Existe evidencia de que los glucocorticoides regulan directamente un grupo de péptidos cerebrales que controlan el comportamiento apetitivo, con un aumento del apetito (orexigénico) y un descenso del apetito (anorexigénico).

En un experimento en el que se utilizaron modelos animales, que comprende un grupo de control y un grupo con ´desfase horario´ fuera de fase, el equipo encontró que la desalineación entre las señales claras y oscuras llevó a los neuropéptidos hipotalámicos orexigénicos (NPY) del grupo fuera de fase a convertirse desregulado, lo que genera un mayor deseo de comer significativamente más durante la fase inactiva del día.

Seguidamente, el equipo descubrió que las ratas del grupo de control comieron el 88,4% de su ingesta diaria durante su fase activa, y sólo el 11,6% durante su fase inactiva. Por el contrario, el grupo con "desfase horario" consumió el 53,8% de sus calorías diarias durante su fase inactiva (sin un aumento de actividad durante este tiempo). Esto equivalía a casi cinco veces más (460 % más) de lo que consumió el grupo de control durante la fase inactiva. Estos resultados muestran que es el momento del consumo el que se ha visto afectado.

"Para aquellos que trabajan en turnos nocturnos a largo plazo, la recomendación es que intenten mantener la exposición a la luz del día, el ejercicio cardiovascular y realizar las comidas en horarios regulados. Los mensajes internos del cerebro para impulsar un aumento del apetito son difíciles de anular con ´disciplina´ o ´rutina´, indicó la Dra. Becky Conway-Campbell, investigadora de la Facultad de Medicina de Bristol: Ciencias de la Salud Traslacionales (THS) y autora principal del estudio.

Este nuevo hallazgo reveló cómo se desordenan los neuropéptidos cuando los niveles diarios de glucocorticoides no están sincronizados con las señales claras y oscuras. "Nuestro estudio muestra que cuando alteramos nuestros ritmos corporales normales, esto a su vez altera la regulación normal del apetito de una manera que es, al menos en parte, resultado de la desincronía entre la producción de hormonas esteroides suprarrenales y el momento del ciclo de luz y oscuridad", señaló, por su parte, Stafford Lightman , profesor de medicina en la Facultad de Medicina de Bristol: THS y coautor principal del estudio.

Los autores sugieren, al respecto, que los neuropéptidos identificados en este estudio pueden ser objetivos prometedores para tratamientos farmacológicos adaptados para tratar los trastornos alimentarios y la obesidad.

Autor: IM Farmacias
Nuestros Podcasts