Los farmacéuticos comunitarios de todo el mundo realizan intervenciones tempranas y significativas en una serie de afecciones comunes gracias a la facilidad de acceso de sus farmacias a los pacientes, según un nuevo informe publicado este viernes por la Federación Internacional Farmacéutica (FIP) En concreto, el documento expone ejemplos y explica ...
Los farmacéuticos comunitarios de todo el mundo realizan intervenciones tempranas y significativas en una serie de afecciones comunes gracias a la facilidad de acceso de sus farmacias a los pacientes, según un nuevo informe publicado este viernes por la Federación Internacional Farmacéutica (FIP)
En concreto, el documento expone ejemplos y explica cómo reducen la presión sobre los médicos de cabecera y los servicios de urgencias, contribuyendo así a una mayor eficiencia de los sistemas sanitarios.
El informe reúne datos de 24 países y destaca estudios de casos de nueve. Estos datos indican que, si bien la mayoría de los Estados que apoyan la implantación de regímenes de dolencias comunes cuentan con normas profesionales, los aspectos concretos de estas normas y los marcos de remuneración varían considerablemente.
Además, los datos demuestran los retos a los que se enfrentan los farmacéuticos que desean implantar programas de enfermedades comunes y muestran que sigue siendo "crucial" fomentar un espíritu de colaboración entre otros miembros del equipo de Atención Primaria y los farmacéuticos.
Gonçalo Sousa Pinto, responsable de desarrollo y transformación de prácticas de la FIP y redactor del informe, ha afirmado que el documento pone de relieve los modelos existentes y pretende animar a las organizaciones miembros de la FIP a abogar por el aprovechamiento de las farmacias para este tipo de servicios.
"Naturalmente, estos servicios deben basarse en esquemas formales de dolencias comunes que definan protocolos de gestión clínica, incluida la autoridad de prescripción en determinadas áreas, y deben estar adecuadamente financiados para garantizar un acceso equitativo y la sostenibilidad del servicio", ha opinado.
Por su parte, la doctora Sarah Dineen-Griffin, vicepresidenta de la Sección de Farmacia Comunitaria de la FIP, ha presidido el consejo de reflexión que formó parte del proceso de elaboración del informe. En su opinión, es "fascinante" observar que existen diferentes interpretaciones y definiciones de lo que es un régimen de dolencias comunes.
"Sin embargo, el papel fundamental y decisivo de los farmacéuticos en la aplicación de estos programas sigue siendo el mismo, tanto si son remunerados como si no. Estos programas contribuyen a la sostenibilidad de los sistemas sanitarios", ha destacado. A su juicio, este documento de la FIP será "muy valioso" para informar sobre el futuro desarrollo internacional de los programas de enfermedades comunes mediante el intercambio de pruebas y experiencias de los distintos países.
