El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) celebró este miércoles el encuentro El farmacéutico ante los desafíos sanitarios y sociales, que contó con la presencia de Fátima Matute, consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Durante la jornada, se presentó la campaña y serie audiovisual #Aquíhayunfarmacéutico. Ésta es una ...
El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) celebró este miércoles el encuentro El farmacéutico ante los desafíos sanitarios y sociales, que contó con la presencia de Fátima Matute, consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
Durante la jornada, se presentó la campaña y serie audiovisual #Aquíhayunfarmacéutico. Ésta es una serie audiovisual de cuatro capítulos promovida por el COFM con motivo de su 125 aniversario, que mezcla lo documental con lo humano con el objetivo de descubrir y acercar a la población el valor sanitario y social que tiene la profesión farmacéutica en sus distintas modalidades de ejercicio y que en muchos aspectos se desconoce.
Previamente a la proyección de la campaña, se desarrollaron dos coloquios sobre el Valor sanitario y social del farmacéutico; presente y futuro y El reto de la atención integral, que reunieron a destacados farmacéuticos, portavoces de asociaciones de pacientes y del Ilustre Colegio de Médicos de Madrid, así como a responsables de la Administración.
Manuel Martínez del Peral, presidente del COFM, abrió la jornada. ¿Por qué y para qué somos farmacéuticos? "Este ejercicio es el que hicimos en el COFM. Por eso, esta iniciativa, enmarcada en el 125 aniversario, que busca mostrar la evidencia de lo que cada día hacemos", afirmó. Uno de los objetivos de su etapa es precisamente el divulgar esta tarea de los farmacéuticos de distintos niveles asistenciales. La idea es avanzar y animó a los presentes a difundir #Aquíhayunfarmacéutico.
Mayte Antona, redactora jefa de Sociedad de Servimedia, moderó el primero coloquio, sobre el valor sanitario y social del farmacéutico: presente y futuro. Antonela Jiménez, presidenta de la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria en Madrid (SEFAC Madrid), señaló que la sociedad está evolucionando a población más envejecida lo que hace que haya más pacientes con patologías crónicas y polimedicados, por lo que "es necesaria la colaboración entre distintos profesionales". Defendió que el farmacéutico debe estar dentro del Sistema Sanitario. Por ejemplo, el servicio de seguimiento farmacoterapéutico y SPD ha demostrado mejoras en la salud de los pacientes, a los que hay que hacer partícipes de su salud. Los farmacéuticos tienen un papel importante de educación sanitaria. Reclamó que se facilite una comunicación directa con los médicos y consideró que los farmacéuticos están infrautilizados, como es en el caso de la dispensación excepcional o en el cribado de ciertas enfermedades.
Muchos deberes. Marta de Zarandieta, secretaria del COFM, dijo que todo ese desarrollo hay que sostenerlo con una estructura de capilaridad. "Hay que mantener este modelo de farmacia", aseveró. Somos un país afortunado porque tenemos acceso a una sanidad necesaria. Desde el COFM, abogan por traducir la capilaridad de las farmacias, que es su "fuerza", también a nivel online. Las farmacias pueden ser "un nexo de unión o un catalizador" con los servicios sanitarios. Ana Guzmán, coordinadora de Presidencia de la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid (Famma), expuso que el farmacéutico tiene un papel importantísimo de cercanía para las personas con discapacidad, que quieren participar de todo. "Esa relación es fundamental para la detección de casos de vulnerabilidad, incluso de pobreza", apostilló. El farmacéutico puede ayudar en prevención de casos, de otras discapacidades, de soledad no deseada, etcétera. El farmacéutico lo puede detectar y poner en conocimiento de los servicios sociales. Está el tema de lo digital, pero hay que tener en cuenta la brecha digital de personas con discapacidad. Y el farmacéutico ayuda en este ámbito. Es primordial que los pacientes reconozcan las entidades que les pueden ayudar para que su discapacidad se viva mejor, con más autonomía.
José Fernández, concejal delegado del Área de Políticas Sociales, Familia e Igualdad del Ayuntamiento de Madrid, declaró que "es verdad el papel fundamental del farmacéutico, que puede también detectar las circunstancias sociales de las personas". Puede detectarlo y derivarlo a los servicios sociales, especialmente en un distrito de la ciudad donde exista una pobreza vergonzante. Habló de la vulnerabilidad social, de la soledad no deseada, pero igualmente de violencia de género. Y de la figura del cuidador, "que tiene un cansancio y problemas de los que las instituciones tienen que estar detrás". El farmacéutico se puede convertir en esa correa de transmisión. Defendió que "todos tenemos que tener una responsabilidad social" y el farmacéutico es "un agente necesario". Reivindicó la Sanidad y los servicios sociales.
Es un éxito que todos los madrileños cuenten con una farmacia cercana. La intención es intentar que las farmacias lleguen al domicilio del paciente, con esa cercanía, pero teniendo en cuenta la normativa. El farmacéutico es un agente de Salud pública. 81 farmacias de la Comunidad de Madrid forman parte de la red de farmacias centinela. 210 farmacias forman parte de Madrid te acompaña (que da a conocer los recursos que tiene el Ayuntamiento, como la teleasistencia para personas mayores o de ayuda a domicilio). De Zarandieta solicitó a Urbanismo que se ponga una plaza de aparcamiento para personas con discapacidad delante de las farmacias. Guzmán se mostró de acuerdo y pidió asimismo que todas las farmacias sean accesibles. Fernández prometió trasladar esta petición al Gobierno de Madrid.
Por otro lado, hay múltiples patologías donde los farmacéuticos pueden hacer cribado, al igual que diferentes iniciativas de prevención. A la farmacia va todo el mundo. Otro reto es la comunicación con los médicos de Atención Primaria. Hay voluntad por parte de las sociedades científicas médicas y farmacéuticas para que exista esa colaboración, pero luego a nivel de herramientas no se llega. Cuando un farmacéutico detecta un efecto secundario, se lo tiene que dar al paciente para que se lo lleve al médico, en vez de poderlo incluir en la historia clínica. En palabras de De Zarandieta, en las circunstancias difíciles, los farmacéuticos han "demostrado" lo que valen. Son sanitarios y quieren seguir siéndolo. Si bien, no sólo son funcionales en época de Covid-19, tal y como sugirió Jiménez. Fernández reivindicó la figura del farmacéutico, incluso a la hora de cuidar a los animales de compañía.
El segundo coloquio, sobre el reto de la atención integral, lo moderó Mario Vaillo, director de Comunicación del COFM. Rafael Ortega, vocal de Atención Primaria del Ilustre Colegio de Médicos de Madrid, opinó que se va mejorando y que los médicos están dentro de ese reto, para que los pacientes comprendan bien los tratamientos. De mismo modo, está la sobrecarga asistencial. Su organización está trabajando para mejorar las herramientas de comunicación. "El farmacéutico de farmacia ejerce un contacto directo con la dispensación y el cómo los pacientes asumen sus tratamientos", comentó. Para él, este papel de los farmacéuticos es fundamental. Añadió que hay muchos aspectos donde la farmacia puede ir por delante, como la capacidad de comunicarse con el paciente. La adaptación, la monodosis, es un trabajo adicional para la Oficina de Farmacia, pero facilita el seguimiento y a adherencia. Son "pasos relativamente sencillos, que se pueden asumir en un tiempo corto".
Hubo acuerdo en que esto es un reto. Maricarmen Magro, vocal de Ejercientes No Titulares en Oficina de Farmacia del COFM, se refirió a la herramienta del bloqueo cautelar. Comentó que se han hecho unas 3.000 intervenciones en línea con el programa del uso seguro del medicamento. Informó de que se ha detectado que hay medicamentos que los pacientes tienen prescritos y que no los recogen. Y se han detectado errores en medicación, en posología y pauta. Estamos en la era del envejecimiento saludable y de la Salud mental. Propuso ir a más. "Somos conscientes de a cantidad de hoja de medicación que nos viene", apuntó. El poder imprimir la hoja de medicación es el primer paso que unió a farmacéuticos con médicos. Consideró que es importante guardarla, porque "siempre hay errores y hay que conciliar medicaciones".
Mario García Gil, presidente de la Sociedad Madrileña de Farmacéuticos de Hospital, lamentó que es una "debilidad" que el farmacéutico no tenga más funciones. Se necesitan resultados, "y el resultado es que se trabaje de forma coordinada". Laura García Ruano, coordinadora de servicios ambulatorios de la Fundación Madrid Esclerosis Múltiple, sostuvo que hay muchas dudas, y que han de comunicarse constantemente con los médicos. El pico de diagnóstico de esta patología son los 30-35 años. Ellos intentan poner en orden todo lo relativo a la medicación, porque a las dudas se suman los problemas cognitivos. Se tienen que poner de acuerdo con la persona y su entorno para asegurarse de que han entendido lo que les han prescrito. Por ello, aportan "la voz de la persona" en todos los foros en los que les invitan.
Se podría cambiar la legislación para ampliar la capacidad de la Oficina de Farmacia por modificar un medicamento, porque los médicos se encuentran todos los días "no hay este medicamento, por favor cámbielo". Ortega hizo hincapié en que detrás del mostrador hay mucho sentido común. Y hay preguntas clave que orientan de cómo está el paciente. Abogó por poder hacer una consulta inmediata. Pensó que sería positivo que el farmacéutico pueda intervenir en el documento de prescripción o que le salte una alerta al médico, que resolvería el problema al paciente en ese momento y reduciría la presión arterial. Magro indicó que los pacientes a los que se les hace el SPD son los más controlados. Cuando cambian la pauta, al salir del hospital, los pacientes lo primero que hacen es ir a la farmacia. Éste es "un ejemplo claro de colaboración". No se quiere conocer la historia clínica total del paciente, pero sí lo mínimo indispensable para hacer intervenciones. García Gil precisó que hay conceptos como el de indicación farmacéutica que genera versatilidad en la gestión del paciente. "La mayor barrera es que no conocemos bien el ecosistema de cómo se mueven los pacientes", juzgó. Su conclusión es que "los pacientes necesitan que nos coordinemos".
Francisco Fernández, director general del COFM, presentó la serie audiovisual #Aquíhayunfarmacéutico, dejando claro que "el farmacéutico es parte de la solución". La fragilidad, el valor o relevancia que adquieren los medicamentos. Recordó que hay pacientes con enfermedades crónicas que hacen una vida normal gracias a los medicamentos que toman. Incidió de la misma manera en la necesidad de la prevención, en conseguir que las personas enfermen lo más tarde posible. La Sanidad no hace tanto estaba orientada en atender a pacientes agudos y ahora se está transformando hacia la atención de otro tipo de pacientes y al encuentro de las personas sanas. El farmacéutico es una pieza clave, junto al resto de profesionales sanitarios.
Fátima Matute, consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, encargada de clausurar el evento, estaba en el auditorio mientras se visionó un vídeo en que una estudiante de Farmacia descubre las salidas profesionales de su carrera, como expertos en el medicamento y sanitarios.
