"Con las bajadas de precios y de recetas, tener parafarmacia te salva"

Con un horario de 12 horas, la Farmacia del Águila, fundada en 1883, se presenta como una farmacia de referencia en el centro de Madrid.

Estado: Esperando

22/04/2013

Su titular es, desde 1981, Mª Ángeles Jiménez Guerra. Su hija, Belén Acero, también farmacéutica, es una de las siete personas que forman parte del equipo. Acero está estudiando Nutrición y Dietética y trabajó en Marketing en un laboratorio hará tres años. Hace mucho hincapié en la necesidad de dar ...

Su titular es, desde 1981, Mª Ángeles Jiménez Guerra. Su hija, Belén Acero, también farmacéutica, es una de las siete personas que forman parte del equipo. Acero está estudiando Nutrición y Dietética y trabajó en Marketing en un laboratorio hará tres años. Hace mucho hincapié en la necesidad de dar servicios añadidos, prueba de ello es la web www.farmaciadelaguila.com.

Acero describe que este establecimiento está en una zona “muy de paso” y que su clientela es sobre todo joven y multicultural, con abundancia de turistas. Por ello, brindan atención en varios idiomas y gran parte de sus ventas pertenece a productos de parafarmacia. Su máxima aspiración es ofrecer lo mejor para la salud, como se percibe a través de sus recomendaciones. Ponen a disposición de los clientes una completísima oferta de consultas y servicios como asesoramiento integral, servicios de farmacia, toma de tensión, asesoramiento nutricional o cuidado del bebé. Allí están potenciando la dermocosmética. “Incluimos más marcas, tanto de capilar como de cremas”, informa. “Con todas las bajadas de precios de referencia de los medicamentos y de las recetas, tener parafarmacia te salva”, expresa.

Respecto al copago, lamenta que “ha habido mucha confusión”. Expone que la facturación ha descendido y que hay gente que prefiere incluso pagar el medicamento en vez de ir al médico otra vez a por una nueva si la receta está errónea. Cuestionada por el modelo de farmacia español, opina que los cambios se están produciendo rápido y que éste es “un sistema que tenía que romperse por algún lado, porque había un excesivo consumo de medicamentos”. Defiende que precisamente los cambios tenían que haberse dirigido a definir un sistema definitivo y no a confundir a la gente y a los propios profesionales. Rechaza una posible liberalización del sector. “Sería como convertir a la farmacia en un supermercado y sería quitarle la profesionalidad y la confianza que transmite”, argumenta. De acuerdo con sus palabras, es importante implantar una cartera de servicios en las farmacias, para que la gente vea que son “más que una tienda”. Insiste en que la farmacia posee capacidad para demostrar su “valor añadido” y en lo positivo de que las personas se conciencien de que hay que pagar por los servicios que se reciben en las farmacias, igual que cuando se va, por ejemplo, a un spa.

Autor: IM Farmacias
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