La diabetes abarca un grupo heterogéneo de alteraciones metabólicas, caracterizadas todas ellas por la hiperglucemia crónica, resultante de un defecto en la secreción, acción de la insulina o ambas. Esta hiperglucemia puede afectar a los nervios y vasos sanguíneos, produciendo complicaciones macrovasculares (cardiopatía isquémica, enfermedad cerebrovascular y arteriopatía periférica) y ...
La diabetes abarca un grupo heterogéneo de alteraciones metabólicas, caracterizadas todas ellas por la hiperglucemia crónica, resultante de un defecto en la secreción, acción de la insulina o ambas. Esta hiperglucemia puede afectar a los nervios y vasos sanguíneos, produciendo complicaciones macrovasculares (cardiopatía isquémica, enfermedad cerebrovascular y arteriopatía periférica) y microvasculares (retinopatía, nefropatía y neuropatía).
La ADA (American Diabetes Association) la clasifica en cuatro estados clínicos: tipo 1, tipo 2, otros tipos específicos y la gestacional. La alimentación y la actividad física son la piedra angular en su tratamiento y, en el caso de la diabetes mellitus tipo 2, también en su prevención. Concretamente, la diabetes tipo 2 se corresponde aproximadamente con el 90% de los casos y es también la que más frecuentemente atendemos en la farmacia.
El uso de metformina da pie a hacer una serie de recomendaciones, entre las que se incluyen la toma de complementos alimenticios. Por otro lado, la educación diabetológica que podemos llevar a cabo en la farmacia tiene una gran importancia en la promoción de la salud en estos pacientes, y ésta ha de tener la finalidad de situar al paciente como experto, de acompañarle, informarle y, cuando sea necesario, motivarle al cambio.
Alimentación
Nuestro consejo nutricional tiene que estar orientado a priorizar la calidad de la dieta y de sus nutrientes. La dieta mediterránea supone una estrategia contrastada y exitosa debido a su capacidad para disminuir el proceso inflamatorio y el estrés oxidativo, presentes en esta enfermedad. Además, las personas con diabetes no tienen alimentos prohibidos, pero sí que es necesario que controlen la cantidad de alimentos ricos en hidratos de carbono en cada comida. De manera general, es importante:
No hay evidencias sólidas de que una dieta hiperproteica sea beneficiosa, e incluso una ingesta elevada de proteínas puede aumentar el riesgo de nefropatía diabética. Sin embargo, la ingesta de proteínas después del ejercicio puede ser una estrategia prometedora para mitigar el riesgo de hipoglucemia postentrenamiento en los pacientes con diabetes mellitus tipo 1.
Para leer el artículo completo haz clic en el PDF adjunto
