Sara Villacampa (Asturias) Su pasión siempre han sido las plantas y sus propiedades, la química y la naturaleza, lo cual la llevó a regentar una farmacia rural en el encantador enclave de San Martín de Teverga, en Asturias. Explica que "aplicamos el consejo farmacéutico en todo momento acompañado de un ...
Sara Villacampa (Asturias)
Su pasión siempre han sido las plantas y sus propiedades, la química y la naturaleza, lo cual la llevó a regentar una farmacia rural en el encantador enclave de San Martín de Teverga, en Asturias. Explica que "aplicamos el consejo farmacéutico en todo momento acompañado de un trato cercano y de naturaleza alegre. Como amante de la fitoterapia y la aromaterapia siempre intento paliar cualquier problema con remedios a base de plantas o aceites esenciales". Sara también se ha formado extensamente en dermofarmacia y la nutricosmética, algo que "me diferencia de otras farmacias similares a la mía".
Para ella, la farmacia se ha reafirmado como institución a raíz de la pandemia. "La atención farmacéutica es importantísima porque no solo resuelve, sino que también previene enfermedades o complicaciones. Por ejemplo, explicar al paciente cómo debe tomar un medicamento es tan relevante que podemos prevenir errores de toma e, incluso, la no total eficacia del medicamento".
¿Cómo has visto evolucionar el modelo de farmacia en los últimos años? "Cada vez se da más importancia al consejo farmacéutico, y creo que nosotros, como profesionales sanitarios, hemos luchado mucho por afianzar nuestro papel en la dermofarmacia, la fitoterapia, la microbiota o la nutrición". Y es que si algo determina al farmacéutico es su amplia formación que le permite ser polivalente.
La aromaterapia es uno de los servicios estrella de la farmacia de Sara: "Los aceites esenciales tienen un efecto antibacteriano y antiviral, carente de resistencias, por lo que intento recomendarlos como primera medida para frenar cualquier gripe o resfriado". También los aplica para el tratamiento del dolor muscular y de huesos e, incluso, para patologías de la piel. "Considero este campo un elemento esencial en mi farmacia", confiesa.
Todo ello sin olvidar que el farmacéutico es quien custodia el fármaco y se encarga de su dispensación: "Esta tarea es la que ha prevalecido en nuestra profesión, por la que se nos conoce y se nos diferencia". Otros servicios como la nutrición, la dermoestética o la fitoterapia son complementarios y "nos ayudan a diferenciarnos de otros profesionales sanitarios, por eso creo que formarnos en estos campos, y no solo remitirnos al medicamento, nos da visibilidad al mismo tiempo que permite evolucionar el modelo de farmacia".
La farmacia online nunca va a ser competidora de estas boticarias comprometidas, a pie de calle y al servicio las 24 horas del ciudadano. A este respecto, considera que "la farmacia online puede parecer una amenaza, pero en realidad no creo que lo sea salvo por el aspecto económico". "Es cierto que muchas farmacias rurales no podemos competir con los precios de la farmacia online, sin embargo, la cercanía, el cariño y el trato personal farmacéutico-paciente es insustituible", asegura Sara, que se despide de nosotros no sin antes poner en valor la aportación imprescindible que realiza la farmacia comunitaria como garante de la salud de la población. "Veo al farmacéutico comunitario como una figura esencial, de fácil acceso y muy formado como profesional sanitario, así que apostaré siempre por el modelo de farmacia español, uno de los mejores de Europa".
