"El problema es que la Administración va más lenta que la demanda de servicios por parte del público"

Raquel San Martín (Guadalajara)

Raquel vive la profesión desde el minuto uno, y así lleva casi 30 años. La farmacia rural es un activo sanitario que no debemos descuidar, pues supone el único punto sanitario disponible en algunas zonas de España. "Mi farmacia se abrió en 1993, cuando en Villanueva de la Torre solo había 40 habitantes. Los comienzos fueron muy duros, llegando a estar 10 años sin vacaciones. Pero la farmacia ha crecido con el pueblo y conozco casi a todos los vecinos, de modo que se puede dar una atención cercana".

Una historia digna de escuchar la de esta guadalajareña al frente de `la farmacia del pueblo´, que destaca por la proximidad y la calidez humana. La farmacia es un lugar de encuentro para los vecinos. "Por la mañana acuden personas mayores y amas de casa, y por la tarde gente más joven. El servicio más demandado es la dispensación y el consejo", explica Raquel, en cuyabotica también se hace SPD, deshabituación tabáquica, formulación magistral y asesoramiento en nutrición.

Lo cierto es que, si algo caracteriza la farmacia actual, es el continuo cambio al que está sometida. Unos cambios que pasan, por ejemplo, por potenciar la implicación del farmacéutico en la Atención Primaria o una mayor continuidad entre Atención Primaria y farmacia comunitaria para reducir la inequidad. En este sentido, la farmacéutica no duda de que "la Atención Primaria y la farmacia pueden colaborar mucho más de lo que lo hacen".

También tiene mucho que aportar el farmacéutico en custiones de prevención, colaborando con el instituto para acercar el conocimiento del medicamento a los adolescentes, y organizando jornadas de salud, como ya hicieron, "participado en unas jornadas promovidas por el ayuntamiento con la participación de Atención Primaria".

Con más de media vida detrás del mostrador, Raquel considera que la transformación de la farmacia "ha sido primero desde una farmacia dispensadora hacia una farmacia con mucha parafarmacia, y actualmente caminamos hacia una farmacia de servicios". Para ella, el servicio fundamental es la dispensación activa: "Es la clave de la farmacia, donde detectas qué necesidades tiene el paciente y puedes dar un mejor consejo o derivar al médico en caso de ser necesario". También considera relevante la revisión de medicamentos, puesto que nos encaminamos hacia una sociedad con aumento de automedicación, "y cuando hay medicamentos sin un profesional detrás, surgen más duplicidades y problemas relacionados con el uso del fármaco".

Volviendo a los servicios profesionales farmacéuticos y a su auge, Raquel lamenta que "el problema es que la Administración va más lenta que la demanda de servicios por parte del público". Firme defensora de la aportación que realiza la farmacia al sistema de salud público, no duda en afirmar que "en este país, hay que olvidarse de los egos profesionales y pensar en el paciente, sin olvidar que la farmacia es el único establecimiento abierto a pie de calle, sin cita previa, lo que facilita el acceso de los pacientes".

Con todo, asegura que "para que la farmacia sea sostenible hay que incluir y pagar por los servicios", y opina que la farmacia online "resta beneficios; solo va a realizar ventas, nunca dispensaciones, por lo que en la farmacia física se tendrá que cobrar el servicio de revisión de la medicación". Otra de sus preocupaciones es que "cambie el modelo y entren las multinacionales, la presión es grande. En ese momento todo pasará a ser dinero, y el paciente dejará de tener valor individual". No obstante, es optimista y espera que, "en un futuro, nos permitan cambiar formas farmacéuticas y dispensar tratamientos crónicos cuando la receta ha caducado; pues hoy no se saturan más los servicios de urgencia porque la farmacia solventa muchas situaciones".