Resultados irregulares del mercado respiratorio

Las ventas de medicamentos y productos para las alergias y otras afecciones respiratorias perdieron fuelle a lo largo de 2023. Un año a cuyo término, sin embargo, aún mantuvieron saneadas sus tasas de crecimiento en euros los descongestionantes para la nariz, los antihistamínicos respiratorios y especialmente los productos para la tos, tal como muestra la firma IQVIA en sus últimos datos sobre este mercado.

03/04/2024

Tras el leve episodio de obligatoriedad en el uso de mascarillas impuesto al acabar las celebraciones navideñas, y ante el relativo repliegue de los fenómenos respiratorios debidos a virus ya conocidos y de más reciente surgimiento, la alergia de invierno pasa a primer plano y como recordatorio de lo que ...

Tras el leve episodio de obligatoriedad en el uso de mascarillas impuesto al acabar las celebraciones navideñas, y ante el relativo repliegue de los fenómenos respiratorios debidos a virus ya conocidos y de más reciente surgimiento, la alergia de invierno pasa a primer plano y como recordatorio de lo que vendrá en primavera, aunque por alérgenos distintos. Etapas del año hoy algo desvirtuadas por una climatología en parte desconcertante, pero que siempre cuentan con el farmacéutico comunitario a pie de calle para proveer no solo de antihistamínicos, broncodilatadores y corticoides, sino también para brindar en todo momento su consejo experto tal como demandan cada día miles de ciudadanos. 

Una climatología desconcertante

Febrero se estrenó con incrementos en los niveles polínicos en áreas de la geografía por efecto del tiempo. Algo perceptible en distintas ciudades del país y con concentraciones bastante inéditas a estas alturas tan precoces del año. Temperaturas más altas de lo esperable y lluvias escasas explican porque suben los niveles de polen en Pamplona, Madrid, Ávila, Salamanca o Ciudad Real. Mientras que en zonas del sur y provincias como Sevilla o Granada crecen los niveles de polen de ortigas y parietaria. Datos de importancia, si se tiene en cuenta que, como informa la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), son ocho millones las personas con alergia al polen. Muchas de ellas sensibles a las gramíneas, familia muy extendida en territorio y especies. Lo que motiva en estos meses, otrora fríos, que municipios tengan que informar diariamente sobre la presencia de polen en el aire también en invierno. Hecho motivado, a su vez, porque el tiempo anticiclónico impide que las lluvias puedan limpiar el aire de alérgenos.

En tiempos de cupresáceas 

Atento a las afecciones respiratorias de sus pacientes, el farmacéutico comunitario distingue la sintomatología fronteriza entre resfriado o alergia. Cuando las plantas cupresáceas cobran su protagonismo en los meses fríos, lagrimeo, secreción nasal licuada, estornudos y picor en ojos son las señales más claras de esta última, más allá de la semana que duran los catarros y en coincidencia con la aludida alta concentración de polen en el aire. Concentración que marca la intensidad de la enfermedad y que se reduce por la noche y dentro de los espacios cerrados. De forma que el profesional de primera línea sabe que los resfriados declinan hacia su conclusión, siendo lo oportuno beber agua, guardar reposo y tomar ocasionalmente paracetamol. A sabiendas, no obstante, de que tales catarros pueden comportar fiebre, mucosidad espesa en nariz, malestar general o dolor de garganta. Mientras que, frente a la alergia, la experiencia dicta el uso de antihistamínicos, broncodilatadores y corticoides, según cada caso y su prescripción, además de inhaladores para la congestión nasal y gotas de instilación para el picor ocular.

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Autor: IM Farmacias
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