Robotizar, clave para optimizar la farmacia

Hoy por hoy, el farmacéutico puede automatizar casi el 90% de la dispensación de los productos, permitiéndole invertir más tiempo en la farmacia asistencial y de servicios, en la venta activa y en el consejo farmacéutico.

29/04/2024

La robotización de la farmacia no es más que una inversión hacia una gestión más eficiente, que se traduce, si se sigue el proceso adecuado, en un aumento en la rentabilidad. Sustituyendo las cajoneras por un robot que ayude a dispensar los medicamentos, la gestión de la botica será más ...

La robotización de la farmacia no es más que una inversión hacia una gestión más eficiente, que se traduce, si se sigue el proceso adecuado, en un aumento en la rentabilidad. Sustituyendo las cajoneras por un robot que ayude a dispensar los medicamentos, la gestión de la botica será más eficiente por diversas razones.

Primeramente, explican los expertos de Asefarma, se traduce en una mejor inversión del tiempo, puesto que esta tecnología disminuye el gasto del mismo en reposición y dispensación, y aumenta la atención farmacéutica. Cabe destacar que el tiempo medio en una dispensación manual es de cuatro minutos, mientras que, con la robotización, pasa a ser de 3,30. Además, según cálculos del despacho de compraventa de farmacias, de ellos, 3,20 se invierten en conversar con el cliente, aconsejándolo, conociendo más sus necesidades y, por ende, fidelizándolo.

El segundo motivo para robotizar una farmacia es que permite al profesional un control más exhaustivo del stock del que dispone, evitando con ello pérdidas en ventas por no encontrar un artículo o duplicar el mismo, lo que disminuye la rentabilidad. En este sentido, la automatización de la dispensación de medicamentos puede ayudar también a reducir la posibilidad de errores en la selección y dispensación de medicamentos. No en vano, los robots están diseñados para ser precisos y confiables, lo que puede aumentar la seguridad del paciente. Y el tercer beneficio claro de invertir en un sistema de robotización es que, en el caso de tener la posibilidad de situarlo apartado de la superficie de venta, se puede ganar espacio, pudiendo exponer más productos, mejorar la estrategia de comunicación y merchandising, dejar espacio para nuevos servicios y que el cliente pueda fluir de manera más cómoda. Incluso, al permitir procesar y dispensar medicamentos a un ritmo más rápido que el personal de la farmacia, se puede traducir en un mayor volumen de pacientes y pedidos.

Con todo, la robotización de la farmacia brinda un aumento en las ventas al mejorar la atención al cliente y disminuir los gastos de almacén, debido a que son dispositivos capaces de almacenar, dispensar, contar y etiquetar medicamentos.

Soluciones adaptadas a cada farmacia

Todo ello, con la opción de adaptar la solución a las necesidades de la farmacia, pues existen en el mercado diferentes tipos de robots, cada uno diseñado para cumplir con los requisitos del titular de la botica.

Los más comunes son los robots de dispensación, los cuales se utilizan para dispensar medicamentos de manera rápida y precisa. Esta tipología puede manejar diferentes tamaños de medicamentos y se pueden programar para dispensar dosis específicas. Por otro lado, los robots de etiquetado son utilizados para imprimir y colocar etiquetas en los medicamentos, lo que facilita la identificación y el seguimiento de los mismos. También están disponibles los de conteo, cuya misión es contar comprimidos y cápsulas, lo que reduce el tiempo necesario para contar manualmente los medicamentos. Y otro tipo de sistema muy frecuente son los robots de preparación de dosis unitarias, usados para preparar el plan de medicación de cada paciente, facilitando la administración y reduciendo el riesgo de errores en la dosificación.

Robotización y SPD

En este contexto de automatización de las farmacias, el Sistema Personalizado de Dosificación (SPD) se presenta como un servicio de atención cada vez más extendido por su utilidad a la hora de mejorar la adherencia terapéutica de los pacientes y el uso seguro de los medicamentos. Como indica la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), implementar este servicio en la farmacia requiere adquirir material y maquinaria y disponer de personal que se pueda hacer cargo del mismo.

Además, es necesaria una inversión de tiempo. "Esta inversión es viable según la demanda del servicio; por ejemplo, es posible realizarla manualmente si lo solicitan una decena de usuarios, pero es más difícil si el servicio se ofrece a un gran grupo de pacientes", recalcan los empresarios farmacéuticos. En este caso, disponer de un robot permitiría preparar la medicación de entre 50 y 100 pacientes por hora y disminuiría el riesgo de error humano, reduciéndose a un 0,01% por paciente. Aunque el coste depende de la máquina, su rentabilidad ideal es a partir de los 100 pacientes a la semana.

En 2011, un Real Decreto oficializó lo que es el SPD. En 2013, se presentó, por parte del Consejo General de Farmacéuticos, un protocolo de mínimos para que cualquier farmacia de España pudiera hacer SPDs con un protocolo único. Y, en 2020, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC, planearon un documento de consenso para contribuir a su uso.

Ambas sociedades justifican la necesidad de esta herramienta en el reto del envejecimiento, con el consiguiente incremento de las enfermedades crónicas y una mayor morbimortalidad. Todo ello genera un incremento de la carga global de las enfermedades crónicas y un mayor gasto sanitario en el cuidado de la salud. En paralelo, se sabe que la falta de adherencia genera en España un mínimo de 18.400 muertes prematuras al año, cifra que es muy impactante en términos de objetivos de salud.

La falta de adherencia y los errores en la toma de la medicación, especialmente en pacientes ancianos crónicos polimedicados, genera reacciones adversas evitables y hospitalizaciones, además de elevar la morbilidad y los costes sanitarios.

Cuando se detecta incumplimiento terapéutico, existen diferentes métodos diseñados e implantados para facilitar la corrección de este problema. En concreto, destaca el documento, "los SPD permiten la distribución de los medicamentos en dispositivos de manera personalizada; reducen tanto la falta de cumplimiento terapéutico como el riesgo de confusión entre diferentes medicamentos, aumentando la seguridad y efectividad de los tratamientos farmacoterapéuticos del paciente".

El farmacéutico, previa conciliación de la pauta terapéutica con el paciente, ubica la medicación según la posología prescrita, organizada por días y tomas tal y como el médico se lo ha prescrito, entregando la medicación al paciente de forma personalizada y siguiendo su evolución en el tiempo.

Tipos de SPD

Existen diferentes tipos de SPD, bien sean dispositivos manuales con formato blíster hermético semanal, en el que se introduce la medicación manualmente, o bien dispositivos SPD semiautomáticos o automáticos que, además de mantener la hermeticidad, disponen adicionalmente de un software de seguimiento en el cual toda la información importante está impresa claramente, es totalmente configurable y está identificada por código para su trazabilidad en el blíster.

Es necesario remarcar "que los SPD son una herramienta que, bien utilizada y en el marco de una actuación global, son muy útiles para desarrollar un programa de atención farmacéutica que integre los diferentes aspectos asistenciales como son la detección y prevención de problemas relacionados con la medicación (PRM), evitar la aparición de resultados negativos asociados a los medicamentos (RNM) y obtener una mejora de los resultados terapéuticos, lo que les convierte en un elemento clave en el manejo de la cronicidad", aseguran SEMERGEN y SEFAC. En suma, los SPD contribuyen a obtener mejores resultados en salud, optimizando la farmacología y el uso de los medicamentos, detectando PRM y RNM, mejorando la adherencia, evitando las duplicidades, mejorando la efectividad, seguridad y eficiencia de los tratamientos y corresponsabilizando a los pacientes de sus tratamientos. Además, facilitan la manipulación de los medicamentos, puesto que se unifican sus envases y personalizan los requerimientos de pacientes. "Mediante estos sistemas, el farmacéutico comunitario refuerza la prescripción del médico de familia, facilitando información ágil y rápida de los tratamientos y detectando pacientes no adherentes en proceso de dispensación, lo que permitirá mejorar la calidad de la asistencia sanitaria", señalan los especialistas de AP y de farmacia comunitaria. Asimismo, cabe destacar que los modelos de SPD se incluyen dentro de los servicios colaborativos que ofrecen las farmacias comunitarias. De esta manera, el farmacéutico tiene la capacidad de jugar un papel clave en la gestión de la cronicidad aprovechando sus puntos fuertes: la confianza, la accesibilidad, la proximidad al paciente y su capacidad de influencia.

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Autor: IM Farmacias
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