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La promoción de la salud vesical y la prevención de los síntomas del tracto urinario inferior (STUI) deben ser objeto de mayor atención médica a medida que las mujeres se acercan a la transición menopáusica. Así, al menos, lo sugiere un reciente estudio de la Sociedad de Menopausia de EEUU ...
La promoción de la salud vesical y la prevención de los síntomas del tracto urinario inferior (STUI) deben ser objeto de mayor atención médica a medida que las mujeres se acercan a la transición menopáusica. Así, al menos, lo sugiere un reciente estudio de la Sociedad de Menopausia de EEUU difundido a través de su publicación oficial 'Menopause', partiendo de la escasez de conocimiento científico que existe actualmente en este terreno.
"Este estudio destaca los cambios en la salud de la vejiga durante la transición a la menopausia. La relación de la terapia hormonal con la salud de la vejiga y los síntomas del tracto urinario inferior es más compleja y requiere un enfoque matizado e individualizado", afirmó la Dra. Stephanie Faubion, directora médica de la Sociedad de la Menopausia.
El estudio involucró a más de 3.000 mujeres clasificadas como premenopáusicas, perimenopáusicas o posmenopáusicas. Las mujeres completaron encuestas entre mayo de 2022 y diciembre de 2023 sobre su salud de la vejiga y síntomas urinarios, usando cuestionarios validados. Se evaluaron aspectos de las participantes como la salud general de la vejiga, la frecuencia urinaria, la incontinencia, el dolor al orinar y otros síntomas urinarios. También se analizó si usaban hormonas como estrógenos vaginales, terapia hormonal sistémica o anticonceptivo, junto con otros factores como peso, educación, ingresos, número de partos y enfermedades.
Salud de la vejiga y edad
Además de revelar nuevos hallazgos, el estudio también confirmó varias sospechas previas, como el hecho de que la salud de la vejiga suele empeorar con la edad, al igual que el riesgo de incontinencia e infecciones. Asimismo, el uso de hormonas ha mostrado resultados dispares en cuanto a los síntomas urinarios. El uso sistémico de hormonas se asoció específicamente con una mayor incidencia de incontinencia en mujeres posmenopáusicas, mientras que la terapia hormonal localizada de dosis baja produce mejoras en los síntomas genitourinarios y las infecciones del tracto urinario.
Los hallazgos del estudio revelan, en concreto, que las mujeres premenopáusicas reportaron usar hormonas con mayor frecuencia que las mujeres perimenopáusicas o posmenopáusicas. También experimentaron la menor diferencia en la salud de la vejiga como resultado del uso de hormonas. Además, las mujeres perimenopáusicas y posmenopáusicas experimentaron peor salud y función vesical en comparación con las mujeres premenopáusicas. Además, el uso de terapia hormonal se relacionó con una peor salud de la vejiga, específicamente en mujeres posmenopáusicas.
Con base en los resultados de este estudio, a gran escala, los investigadores concluyeron que la asociación entre la menopausia y el uso de hormonas con la salud de la vejiga y los síntomas del tracto urinario inferior es compleja y multifacética.
Se necesitan más estudios longitudinales que sigan a las mujeres a lo largo del tiempo para entender cómo evolucionan estos síntomas y cómo factores como la obesidad, el tabaquismo o la actividad física influyen en ellos. De ahí que los autores de este trabajo no solo recomiendan más investigación en este ámbito, sino que también consideran necesario iniciar programas educativos antes de que las mujeres entren en la menopausia, para que puedan reconocer a tiempo cualquier señal de alerta y así poder intervenir eficazmente.