Identifican cuatro fases epidemiológicas clave de la evolución de la enfermedad inflamatoria intestinal

Recientes investigaciones relacionadas con la enfermedad intestinal inflamatoria apuntan a que la patología no surge ni prolifera aleatoriamente, sino que sigue un patrón predecible vinculado al desarrollo socioeconómico y la industrialización, por lo que un mapeo de la situación a nivel mundial proporciona a los sistemas de salud una hoja de ruta para anticipar y controlar la enfermedad en próximas décadas.

Estado: Esperando

06/05/2025

La enfermedad intestinal inflamatoria (EII), que comprende la enfermedad de Crohn (EC) y la colitis ulcerosa (CU), se refiere a un grupo de enfermedades crónicas que causan ulceración e inflamación intestinal. Suele aparecer en las primeras etapas de la vida, con un pico de incidencia entre los 20 y los ...

La enfermedad intestinal inflamatoria (EII), que comprende la enfermedad de Crohn (EC) y la colitis ulcerosa (CU), se refiere a un grupo de enfermedades crónicas que causan ulceración e inflamación intestinal. Suele aparecer en las primeras etapas de la vida, con un pico de incidencia entre los 20 y los 40 años, y presenta una variedad de síntomas que persisten crónicamente, como sangrado rectal, dolor abdominal, mucosidad en las heces, diarrea, pérdida de peso, fiebre e inflamación extraintestinal de otros órganos, como los ojos, la piel y las articulaciones.

En la actualidad, la EII se ha convertido en una amenaza para la salud pública mundial, con una incidencia creciente en gran parte del mundo. Es por ello que la comunidad científica está en constante búsqueda de nuevas vías para el control de dicha patología. Un ejemplo de ello es el consorcio internacional promovido por las Universidades de Calgary (Canadá) y Hong Kong (China) que han logrado un mapeo de la evolución de la EII, distinguiendo cuatro etapas clave:  emergencia, aceleración de la incidencia, prevalencia creciente y equilibrio de prevalencia.

Se trata de un trabajo pionero, cuyas conclusiones se han publicado en 'Nature', entre las que destaca un pronóstico al alza en la prevalencia de la EII para 2045. Los investigadores afirman que identificar la posición de cada región en esta trayectoria proporciona a los sistemas de salud una hoja de ruta clara para anticipar y controlar la EII en las próximas décadas.

"Nuestro análisis se basa en un siglo de datos epidemiológicos históricos. Los hallazgos permiten a las autoridades sanitarias prepararse para la creciente carga de la EII y adaptar las intervenciones, ya sean clínicas, políticas o preventivas", según subrayó el Dr. Gilaad Kaplan, profesor de la Facultad de Medicina Cumming de la Universidad de California en Calgary e investigador principal del estudio.

El consorcio Global de Visualización de Estudios Epidemiológicos sobre la EII en el Siglo XXI (GIVES-21) recopiló datos de incidencia (nuevos diagnósticos anuales) y prevalencia (número de personas con la enfermedad) de más de 500 estudios epidemiológicos realizados en 80 regiones durante el último siglo. A partir de este material, el equipo desarrolló un algoritmo de aprendizaje automático y modelos predictivos para clasificar los países en cuatro fases epidemiológicas distintas de la evolución de la EII: emergencia, aceleración de la incidencia, prevalencia creciente y equilibrio de prevalencia.

"Estamos observando un cambio de paradigma en la EII que se acelera en determinadas regiones, y necesitaremos preparar nuestra infraestructura clínica y personal para gestionar esta enfermedad compleja y costosa. Planeamos investigaciones centradas en estrategias preventivas dirigidas al microbioma intestinal, la dieta y las exposiciones ambientales para reducir la incidencia de la patología", según señaló el profesor Siew Ng , catedrático Croucher de Ciencias Médicas en CU Medicine, director del Centro de Microbiota I (MagIC) e investigador principal.

Los datos del estudio mostraron que las etapas epidemiológicas varían entre las regiones del mundo mapeadas. Así, países de América del Norte, Europa y Oceanía se encuentran en la identificada como fase 3 (prevalencia creciente), observándose un número creciente de personas con EII, incluyendo una proporción cada vez mayor de adultos mayores. Estas regiones enfrentan un doble desafío: gestionar los nuevos casos en adultos jóvenes y, al mismo tiempo, apoyar a los pacientes mayores con necesidades de salud más complejas.

"La EII seguirá aumentando a partir de que las personas vivan más tiempo con la enfermedad. Sin embargo, a medida de que la población con EII envejece, se espera que la tasa de crecimiento se desacelere, avanzando hacia la fase 4 (equilibrio de prevalencia), donde los nuevos diagnósticos se equilibran gradualmente con las muertes relacionadas con la edad", afirmó el Dr. Kaplan.

"Nuestro análisis se basa en un siglo de datos epidemiológicos históricos. Los hallazgos permiten a las autoridades sanitarias prepararse para la creciente carga de la EII y adaptar las intervenciones, ya sean clínicas, políticas o preventivas", concluyó dicho investigador.

 

 

Autor: IM Farmacias