Farmacéuticos advierten sobre la falta de protocolos y la necesidad de coordinación en crisis medioambientales

En situaciones de emergencia como la DANA, los profesionales deben cooperar con las instituciones para dar una rápida respuesta, restablecer el acceso a medicamentos y garantizar la atención sanitaria a todos los afectados.

Estado: Esperando

23/05/2025

En el marco de las II Jornadas del Levante Farmacéutico, celebradas en la ciudad de Murcia los días 22 y 23 de mayo, se ha llevado a cabo la mesa redonda "Gestión asistencial de crisis medioambientales. El papel del farmacéutico", que ha reunido a farmacéuticos afectados por la DANA de ...

En el marco de las II Jornadas del Levante Farmacéutico, celebradas en la ciudad de Murcia los días 22 y 23 de mayo, se ha llevado a cabo la mesa redonda "Gestión asistencial de crisis medioambientales. El papel del farmacéutico", que ha reunido a farmacéuticos afectados por la DANA de Valencia y expertos en salud pública.

Durante la sesión, moderada por Andrés García Mongars, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Alicante, se han abordado diversas cuestiones relacionadas con los protocolos, la coordinación entre administraciones y las medidas de respuesta ante emergencias de salud pública. La conversación se ha centrado en cómo los farmacéuticos pueden contribuir a la gestión de desastres medioambientales, destacando tanto las dificultades como todo lo aprendido durante algunos eventos recientes.

En la primera línea de actuación

Ignacio Serrano Bononat, farmacéutico comunitario en la Farmacia Parque Alcosa de Alfafar, ha relatado su experiencia durante la crisis de la DANA, advirtiendo que "no existen protocolos específicos para afrontar la variedad de situaciones que se presentan en una catástrofe, por lo que cada profesional tiene que adaptarse a lo que se le presenta". En su caso, la situación fue compleja a causa de la destrucción parcial de su farmacia y la pérdida de medicamentos. Ante estos problemas, decidió ponerse en contacto con las autoridades sanitarias para encontrar soluciones. "Lo que más me preocupaba era cómo reestablecer la atención farmacéutica a los pacientes en medio de un caos", ha explicado.

En respuesta a la crisis, el farmacéutico organizó un punto de dispensación de emergencia, lo que implicó la creación de un botiquín de emergencia en colaboración con el ayuntamiento. Este punto se trasladó a un centro de salud 48 horas después, facilitando el acceso a medicamentos esenciales. En este sentido, el profesional ha afirmado que "lo más importante fue la coordinación, no solo con la administración, sino también con otros profesionales de la salud que estaban en la zona". La intervención de los farmacéuticos no se limitó a la dispensación de medicamentos, ya que también organizaron los recursos para controlar la medicación de los pacientes que habían perdido su información médica.

Coordinación entre farmacéuticos

Por su parte, Miguel Murcia Soler, farmacéutico de Atención Primaria en el Departamento de la Ribera, se ha centrado en la respuesta desde los servicios de salud pública. El especialista ha recordado que, en su área, tras el impacto de las inundaciones, la población se focalizó en las cuestiones materiales, como la vivienda y los bienes personales, y fue solo cuando estos aspectos estuvieron parcialmente resueltos que surgió la preocupación por los tratamientos médicos perdidos o dañados. "El nivel de ansiedad se incrementó a medida que las personas se dieron cuenta de que sus medicamentos fueron destruidos o se quedaron sin acceso a ellos", ha comentado.

El farmacéutico ha subrayado que "se establecieron mecanismos para garantizar el acceso a tratamientos crónicos, y se dispensaron medicamentos sin documentos de acreditación ni copago". De igual forma, ha resaltado la importancia de la colaboración con otros profesionales de la salud y la administración local para asegurar que los pacientes pudieran acceder a los medicamentos esenciales durante el proceso de recuperación.

Por lo tanto, la coordinación con las farmacias cercanas y la distribución de medicamentos en puntos de atención fue esencial. "Lo más destacable de todo esto fue la organización de un registro de farmacias disponibles, lo que ha permitido a los ciudadanos saber dónde podían acceder a sus medicamentos", ha agregado.

Respuesta desde el ámbito hospitalario

A su vez, el farmacéutico hospitalario Sergio Gutiérrez Palomo ha compartido su experiencia desde el Hospital Clínico de Ciudad de Cáceres. Tal y como ha indicado, "el primer objetivo fue activar los protocolos para establecer vías de acceso y organizar dispositivos móviles para hacer extracciones en las zonas afectadas".

Según el experto, hay que priorizar los tratamientos de pacientes con patologías graves, como los pacientes oncológicos, las embarazadas o las personas con patologías cardíacas. "Debido a la falta de energía eléctrica en algunos momentos, tuvimos que activar generadores eléctricos y priorizar las pruebas que se podían hacer con los medios disponibles", ha puntualizado.

También ha hecho hincapié en las dificultades que experimentaron los centros de salud, muchos de los cuales carecían de los recursos necesarios para atender a la población. El farmacéutico hospitalario ha señalado que "el principal desafío fue la falta de protocolos claros para manejar la crisis; aunque algunos centros pequeños han podido funcionar con apoyo externo, otros han quedado totalmente destruidos o fuera de servicio".

Una visión integral

Asimismo, María Rosa Ros Bullón, farmacéutica de la Región de Murcia, ha abordado la relevancia de los profesionales en el terreno, resaltando que los farmacéuticos de salud pública son "farmacéuticos de bota" durante una crisis, debido a las botas que tuvieron que ponerse para ayudar a los afectados por la DANA.

"Los farmacéuticos forman parte de los equipos de protección civil, y están encargados de garantizar el acceso a agua potable, controlar la seguridad alimentaria y supervisar las condiciones sanitarias tras las inundaciones", ha remarcado. La intervención de los farmacéuticos en estos eventos fue fundamental para evitar brotes de enfermedades derivadas de la contaminación del agua o alimentos, además de controlar la proliferación de vectores y roedores que pueden convertirse en un riesgo significativo tras el desastre.

Del mismo modo, la farmacéutica ha puesto énfasis en los problemas logísticos relacionados con la distribución de medicamentos, ya que "el almacén de medicamentos de la región fue destruido, pero gracias a una red de colaboración con otros almacenes, logramos restablecer el suministro en 24 horas". Aquella crisis demostró la importancia de disponer de planes de contingencia bien definidos y recursos disponibles para garantizar que los medicamentos lleguen a las áreas más afectadas de forma rápida y eficiente.

Promover la colaboración público-privada

A lo largo de la mesa redonda, se ha insistido en mejorar la gestión de crisis con pasos a seguir claros para enfrentar futuras emergencias. Pilar Marí Claramonte, vocal nacional de farmacéuticos analistas clínicos, ha sostenido que "una de las principales lecciones que debemos aprender de estas crisis es la importancia de tener protocolos sólidos y un plan de acción coordinado que pueda activarse de inmediato en cualquier desastre".

De esta forma, Xavier Casas Sánchez, presidente de Grup Fedefarma, ha mencionado que "la colaboración entre el sector público y privado es esencial para asegurar que los medicamentos lleguen a tiempo y para proporcionar apoyo logístico en momentos de gran necesidad".

Finalmente, los ponentes han coincidido en que, a pesar de las dificultades, las crisis medioambientales pueden ser superadas con la colaboración, la planificación y la preparación adecuada. El farmacéutico es clave en la gestión asistencial de crisis, desde la farmacia comunitaria hasta los hospitales y la salud pública.

Autor: IM Farmacias