Hallan un mecanismo inmunitario desconocido que preserva la función intestinal frente a infecciones persistentes

El impacto del uso de antibióticos, las dietas ricas en alimentos procesados ​​y las crecientes tasas de infección vinculadas a la superpoblación están impactando severamente sobre el intestino. El daño excesivo puede provocar fibrosis, la cual disminuye la función intestinal y afecta la digestión y la absorción de nutrientes. Con el tiempo, la acumulación de tejido cicatricial y la mala digestión pueden provocar enfermedades inflamatorias intestinales crónicas, como la enfermedad de Crohn.

Estado: Esperando

30/05/2025

El intestino humano está continuamente expuesto a daños causados por infecciones, inflamación crónica y complicaciones quirúrgicas, provocadas, por lo general, por una mala alimentación, contaminantes y factores ambientales estresantes, entre otros. Los trastornos digestivos afectan, aproximadamente, al 35 % de la población mundial. Entre ellos, las infecciones intestinales (o entéricas) ...

El intestino humano está continuamente expuesto a daños causados por infecciones, inflamación crónica y complicaciones quirúrgicas, provocadas, por lo general, por una mala alimentación, contaminantes y factores ambientales estresantes, entre otros. Los trastornos digestivos afectan, aproximadamente, al 35 % de la población mundial. Entre ellos, las infecciones intestinales (o entéricas) siguen siendo la principal causa de muerte por enfermedades digestivas en todo el mundo.

"Esta impactante estadística refleja el impacto del uso generalizado de antibióticos, las dietas ricas en alimentos procesados y las crecientes tasas de infección vinculadas a la superpoblación: actividades humanas por las que nuestros intestinos están pagando el precio", según el prof. Irah King, del Departamento de Microbiología e Inmunología de la Universidad McGill y director del Centro McGill para la Investigación del Microbioma.

Desde este centro se ha llevado a cabo una investigación cuyos resultados, publicados en la revista 'Cell', han destapado un mecanismo inmunitario previamente desconocido que preserva la función intestinal en presencia de una infección persistente.

Una forma en que el sistema inmunitario protege al organismo es destruyendo virus y bacterias. Sin embargo, algunos patógenos, como los helmintos, han encontrado maneras de evitar ser eliminados por este sistema inmunitario. Es por ello que la investigación se centró en averiguar cómo el sistema inmunitario tolera la infección por helmintos, con la esperanza de revelar las vías celulares que median esta forma de defensa del huésped.

En este estudio, el equipo del Dr. King examinó las infecciones por helmintos en ratones y descubrió que los interferones (señales inmunes mejor conocidas por su papel en la defensa contra infecciones bacterianas o virales) se producían durante la infección por helmintos.

En otro momento del estudio pudieron comprobar que estos interferones no tenían ningún efecto sobre los propios gusanos. En cambio, dichas señales inmunes se dirigían al estroma (un grupo de células que define la forma y estructura de nuestros órganos) para controlar el daño causado por el gusano y garantizar que el intestino pudiera seguir funcionando.

Para confirmar estas observaciones, el equipo empleó métodos genéticos para impedir que las células estromales recibieran señales de interferón. En estas condiciones, la infección por helmintos causó hemorragia intestinal y un deterioro grave del sistema digestivo, lo que demuestra el papel crucial de las señales de interferón en la protección intestinal.

Daño excesivo

El daño intestinal excesivo puede provocar fibrosis, la cual disminuye la función intestinal y afecta la digestión y la absorción de nutrientes. Con el tiempo, la acumulación de tejido cicatricial y la mala digestión pueden provocar enfermedades inflamatorias intestinales crónicas, como la enfermedad de Crohn.

 Lo que hace única a nuestra investigación es que analiza cómo funciona el sistema inmunitario dentro de la propia arquitectura intestinal. Nuestros hallazgos pueden ser relevantes en países en desarrollo, donde las infecciones intestinales están muy extendidas, y también podrían servir de base para el tratamiento de otras patologíasprevalentes, como la enfermedad inflamatoria intestinal", según el prof. King.

"En los próximos años, será interesante explorar si las vías inmunitarias protectoras que hemos descubierto pueden aprovecharse en vacunas que promuevan la tolerancia a las infecciones o en terapias para enfermedades inflamatorias como el cáncer, la enfermedad inflamatoria intestinal y la fibrosis, donde la activación incontrolada de las células del estroma conduce a la disfunción orgánica", concluyó dicho experto.

Autor: IM Farmacias
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