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Más del 80% de las personas con artritis reumatoide, el 60% de quienes viven con colitis ulcerosa activa y 1 de cada 2 adultos con dermatitis atópica al menos tres noches por semana experimentan problemas para dormir. La necesidad de incorporar la calidad del sueño como un objetivo terapéutico se ...
Más del 80% de las personas con artritis reumatoide, el 60% de quienes viven con colitis ulcerosa activa y 1 de cada 2 adultos con dermatitis atópica al menos tres noches por semana experimentan problemas para dormir. La necesidad de incorporar la calidad del sueño como un objetivo terapéutico se ha puesto sobre la mesa en el Congreso Actualfarma 2025 durante el encuentro "Sueño y Calidad de Vida en Pacientes con IMID: perspectivas desde la Farmacia Hospitalaria" organizado en colaboración con la compañía biofarmacéutica AbbVie.
La mesa, integrada por la Dra. Milagros Merino, neurofisióloga, y la Dra. María Ángeles González, farmacéutica hospitalaria, ambas del Hospital de La Paz de Madrid; ha tenido como objetivo analizar la relación entre las Enfermedades Inflamatorias Inmunomediadas (IMID de las siglas en inglés, Immune-Mediated Inflammatory Diseases) y la calidad del sueño. El enfoque principal ha sido profundizar en cómo la inflamación crónica, característica de estas patologías, provoca síntomas nocturnos —como el dolor, el picor o la necesidad urgente de ir al baño— que alteran significativamente el descanso de los pacientes, afectando así a su bienestar general y calidad de vida.
"En el abordaje de estas patologías no basta con centrarse únicamente en la progresión de la enfermedad. Es fundamental contemplar también aspectos como la calidad del sueño y qué implicaciones puede tener en el día a día de las personas", ha señalado la Dra. Merino. Por su parte, ha subrayado también que "en este sentido, el enfoque multidisciplinar nos permite trabajar en el control del síntoma que está provocando las alteraciones del sueño para así mejorar la vida diaria del paciente".
La otra cara de las IMID: el insomnio y calidad de vida
Las IMIDs son enfermedades inflamatorias crónicas originadas por alteraciones del sistema inmunológico que afectan a más de 2,5 millones de personas en nuestro país, es decir, el 6,4% de la población. Entre ellas se engloban patologías como la artritis reumatoide, artritis psoriásica, enfermedad inflamatoria intestinal (la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa) o la psoriasis; entre otras.
Su carácter crónico implica que se intercalen periodos de actividad de los síntomas con otros de inactividad. Esto ligado a síntomas como la fatiga, el dolor y el cansancio; frecuentes de las enfermedades inflamatorias inmunomediadas, explican el alto impacto que las IMID tienen en el estado de ánimo de los pacientes.
Durante la mesa se han destacado cifras como que hasta el 60% de los pacientes con colitis ulcerosa activa presenta insomnio debido a los síntomas nocturnos; en artritis reumatoide, más del 80% de las personas con esta enfermedad reumática reportan alteraciones del sueño; y en el caso de la dermatitis atópica 1 de cada 2 adultos experimenta alteraciones del sueño al menos 3 noches a la semana.
"Estos datos nos obligan a ampliar la mirada e ir más allá. Debemos tener en cuenta el impacto que estas patologías tienen en la calidad del sueño de los pacientes y cómo esta puede agudizar síntomas como la fatiga, el cansancio, el estrés o la ansiedad", ha recalcado la Dra. Merino. "Mejorar el sueño es también reducir la discapacidad, la limitación y el desgaste que conlleva no dormir bien de forma crónica".
La Dra. Merino ha insistido en que "la falta de descanso no solo afecta al sistema inmunológico, sino que desencadena una cascada de consecuencias que alteran la salud física, emocional y social del paciente. De ahí la necesidad de contemplarlo como parte clave del tratamiento".
La importancia de dar voz al paciente
La sesión también ha puesto en valor el uso de herramientas como los PROs (Patient-Reported Outcomes) para comprender con mayor precisión el impacto real de las IMID en la vida diaria y contemplar indicadores que evalúen la calidad del sueño de los pacientes, así como otros aspectos del día a día.
"Actualmente disponemos de herramientas que permiten recoger la experiencia del paciente, dándonos información muy valiosa sobre cómo se sienten y qué necesitan", ha explicado María Ángeles González. "Esto no solo nos ayuda a ajustar tratamientos, sino que nos permite avanzar hacia un abordaje más centrado en la persona y no solo en los síntomas clínicos", prosigue.
En esta línea, ha añadido que "la incorporación de los PROs en la práctica clínica debe ir de la mano de una formación continua tanto para los profesionales como para los propios pacientes. Solo así lograremos integrar su perspectiva en las decisiones terapéuticas".
La Dra. González insiste en el valor de una atención centrada en el paciente ya que considera que "incorporar su perspectiva a través de los PROs no solo enriquece la práctica clínica, sino que nos permite identificar aspectos menos visibles como los trastornos del sueño, que a menudo pasan desapercibidos en consulta. Si no preguntamos por ello, no lo abordamos. Y si no lo abordamos, no lo mejoramos".