"La sexualidad es una dimensión central del ser humano que evoluciona con nosotras a lo largo de toda la vida"

Para lograr una vida más saludable, es fundamental romper con los mitos tradicionales y reconocer la sexualidad como una parte integral del bienestar. Sobre ello ha girado el encuentro celebrado por Cumlaude Lab, que ha destacado el rol de la farmacia como un lugar accesible para fomentar el diálogo y el reconocimiento del placer en la salud femenina.

Estado: Esperando

06/06/2025

La sexualidad femenina ha sido históricamente silenciada o limitada a la reproducción, lo que ha generado desconocimiento, tabúes y barreras tanto sociales como sanitarias. En los últimos años, profesionales de la salud y del ámbito de la sexología han comenzado a reivindicar una visión más positiva del placer femenino. En ...

La sexualidad femenina ha sido históricamente silenciada o limitada a la reproducción, lo que ha generado desconocimiento, tabúes y barreras tanto sociales como sanitarias. En los últimos años, profesionales de la salud y del ámbito de la sexología han comenzado a reivindicar una visión más positiva del placer femenino. En este contexto, la divulgación y la formación transforman la mirada sobre la sexualidad desde espacios cotidianos como la farmacia, donde se abre una oportunidad para el acompañamiento respetuoso y sin prejuicios.

Para contribuir a este cambio, Cumlaude Lab ha celebrado el evento `El Arte del Placer Femenino' en Barcelona, abriendo un espacio de reflexión y aprendizaje en torno a la sexualidad femenina. Bajo el título "La sexualidad femenina como placer, no como tabú", la ponencia de Sonia Encinas, comunicadora, sexóloga, terapeuta sexual y de pareja, ha invitado a reflexionar sobre el papel del placer femenino en la salud integral, con especial énfasis en el rol de los profesionales farmacéuticos.

La ponencia no se ha centrado únicamente en aspectos clínicos, sino en las múltiples capas sociales, culturales y psicológicas que condicionan la vivencia sexual de las mujeres. "No estamos solo hablando de cuerpos o de síntomas, estamos hablando de creencias, de normas heredadas, de tabúes y de silencios. La sexualidad está atravesada por todo eso. Por eso, no podemos seguir tratándola únicamente como un asunto médico", ha afirmado la sexóloga.

Sexualidad sin tabúes

A lo largo de su intervención, Encinas ha desmentido algunos de los tabúes relacionados con la sexualidad de las mujeres. "Necesitamos entender que la sexualidad no es sinónimo de coito ni de reproducción. Tampoco es algo reservado a la juventud. Es una dimensión central del ser humano que evoluciona con nosotras a lo largo de toda la vida", ha asegurado, destacando que la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) concibe la sexualidad como un aspecto integral del bienestar.

Asimismo, ha denunciado el guión sexual tradicional que ha moldeado la vivencia femenina desde una lógica patriarcal. Según la experta, "nos han enseñado que el deseo es masculino, que las mujeres son objetos del deseo pero no sujetos deseantes, que deben esperar a que otro les despierte la sexualidad", por lo que "aprendemos a mirar el sexo como una obligación, no como un espacio propio de disfrute". Esta afirmación, respaldada por datos recabados a través de encuestas y charlas con sus pacientes, pone de manifiesto cómo muchas mujeres todavía experimentan su sexualidad desde el miedo, la culpa o la vergüenza.

La farmacia como espacio de escucha

A pesar de no proceder del ámbito farmacéutico, la terapeuta sexual y de pareja ha explicado que decidió consultar con sus seguidoras qué dificultades experimentan al tratar temas sexuales en farmacias. En este sentido, las respuestas han confirmado un patrón, ya que la mayoría sienten vergüenza al comprar preservativos, miedo al juicio al pedir un lubricante e incomodidad por la falta de privacidad. "Me contaban que muchas mujeres esperan a que la farmacia esté vacía o acuden durante las guardias para evitar ser vistas", ha detallado.

A partir de estos testimonios, ha resaltado que el entorno profesional también está "atravesado" por el tabú: "Como profesionales también somos personas, y muchas veces reproducimos los mismos silencios que intentamos romper. Si yo misma me incomodo al hablar de sexualidad, difícilmente podré transmitir confianza a quien viene buscando orientación".

Por lo tanto, ha propuesto a los farmacéuticos presentes un ejercicio de autorreflexión al preguntarles "¿Cómo habláis del placer? ¿Con la misma naturalidad con la que habláis de comida o vacaciones?". La respuesta, mayoritariamente negativa, ha servido como punto de partida para repensar cómo incorporar el tema del placer en la atención cotidiana. "El placer es salud, y hablar de sexualidad no tiene por qué hacerse bajando la voz", ha remarcado.

Mucho más que sexo

En su análisis, la profesional ha hecho hincapié en las "creencias internalizadas que actúan como barreras para una sexualidad saludable". Entre ellas, se destacan la normalización del dolor en las relaciones sexuales, la creencia de que la libido femenina debe parecerse a la masculina, o la idea de que las mujeres no saben ni deben saber sobre sexo. "Muchas mujeres creen que tener dolor es normal, porque así se les ha dicho en sus consultas. Usan lubricantes sin haber hablado nunca de excitación", ha expuesto.

Por otro lado, ha señalado que existen desigualdades entre géneros, ya que "mientras a los hombres se les enseña a desear y a mostrarse disponibles, a las mujeres se nos inculca que debemos tener cuidado, que debemos evitar mostrarnos deseantes porque eso puede traer consecuencias", agregando que "no se nos ha enseñado a vivir el sexo como un derecho, sino como un riesgo".

A su vez, ha subrayado que en un sistema capitalista acelerado, el placer se ha convertido en un lujo. "Estamos siempre sin tiempo, corriendo. Y el placer requiere pausa, presencia, atención al cuerpo. Nos han dicho que disfrutar es de vagos, y eso también cala en cómo vivimos el sexo", ha explicado.

Una mirada transformadora

Sonia Encinas ha propuesto a los asistentes tres claves fundamentales para mejorar el acompañamiento profesional en salud sexual desde la farmacia. En primer lugar, ha resaltado la importancia de revisar las actitudes propias: "Si yo no puedo hablar con naturalidad del cuerpo, del placer, del deseo… difícilmente acompañaré desde el respeto. La sexología empieza por nosotras mismas".

En segundo lugar, ha enfatizado la necesidad de no normalizar el malestar. "El dolor nunca es normal. No podemos despachar lubricantes sin preguntar de dónde viene ese malestar. Aunque no demos charlas en la farmacia, sí podemos hacer preguntas clave, abrir el espacio para el diálogo", ha puntualizado.

Finalmente, ha destacado la relevancia de nombrar el placer porque "muchas mujeres nunca han oído en un entorno de salud la palabra `placer', y nombrarlo es el primer paso para reconocerlo como parte de su salud y de su derecho".

Para concluir, la sexóloga ha expresado que la sexualidad femenina es compleja, ya que "atraviesa diversas etapas como la juventud intensa, la experiencia de la maternidad, y luego la menopausia, el climaterio y la madurez, cada una con factores y dinámicas propias que no siempre están reflejadas en el imaginario sexual predominante". De esta forma, debe ser entendida desde el bienestar y la dignidad, y la farmacia se posiciona como un agente esencial en este cambio de paradigma.

Autor: IM Farmacias