Europa se enfrenta a su mayor brote de difteria en lo que va de siglo

La difteria ha estado considerada como una enfermedad rara en la región europea, en parte, gracias a la vacunación que ha reducido notablemente el número de casos a nivel mundial en las últimas décadas. Sin embargo, a lo largo de 2022, varios países europeos reportaron un número inusualmente alto de infecciones causadas por Corynebacterium diphtheriae, que afectaban, principalmente, a refugiados recién llegados. Esta cifra ascendió a 320 casos, la mayoría de los cuales presentaron una forma cutánea de la enfermedad. Asimismo, 10 personas fallecieron a causa de esta enfermedad entre 2022 y 2025; la mayoría de ellas habían desarrollado una patología respiratoria a consecuencia de la difteria.

Bajo este contexto, un consorcio europeo de investigación analizó los perfiles genómicos de 363 aislamientos bacterianos. Las muestras procedían de pacientes de 10 países que reportaron un aumento en los casos de difteria entre enero y finales de noviembre de 2022 y que analizaron conjuntamente sus datos de secuenciación: Alemania (118 aislamientos), Austria (66), Reino Unido (59), Suiza (52), Francia (30), Bélgica (21), Noruega (8), Países Bajos (5), Italia (3) y España (1).

"Las cepas de difteria reportadas en 2022 comparten un alto grado de similitud genética, lo que indica una fuente común de infección o ubicaciones específicas a lo largo de las rutas de migración a Europa donde se produjo una transmisión sostenida", según Andreas Hoefer, experto en microbiología del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y coautor principal del estudio.

Según el estudio, cuyos resultados se han publicado en el 'New England Journal of Medicine', casi la totalidad de los 362 pacientes (98%) eran hombres, con una edad promedio de 18 años en el momento de la recopilación de datos. La mayoría (96%) había viajado recientemente desde sus países de origen a los países donde posteriormente se diagnosticó difteria. De los 266 pacientes para los que se disponía de datos sobre el país de origen, 222 (83%) eran originarios de Afganistán o Siria. La mayoría siguió rutas de migración a través de los países de los Balcanes Occidentales hasta sus destinos, con un total de 28 países de tránsito documentados.

De los 346 pacientes con datos clínicos, 268 (77%) tenían difteria cutánea, que afecta la piel, mientras que 52 (15%) tenían una forma respiratoria que ataca las vías respiratorias. "La difteria se presenta con un amplio espectro de síntomas clínicos. Particularmente temidas son las complicaciones respiratorias causadas por bacterias productoras de toxinas, que pueden ser potencialmente mortales", explicó Adrian Egli, director del Instituto de Microbiología Médica de la Universidad de Zúrich y uno de los líderes del estudio.

Asimismo, la investigación presentó datos sobre 169 casos notificados en seis países (Austria, Francia, Alemania, Suiza, Países Bajos y Reino Unido) en 2023, lo que indica que los casos de difteria no se limitaron a grupos migrantes, sino que también se detectaron en otras poblaciones vulnerables, como personas sin hogar y usuarios de drogas inyectables. La investigación genómica de los aislamientos de 2023 confirmó la circulación continua de los cuatro genotipos principales identificados durante el brote de 2022.

Susceptibilidad a antibióticos

El análisis de secuenciación también proporcionó información sobre la susceptibilidad a los antibióticos de las cepas bacterianas, confirmada posteriormente mediante pruebas de susceptibilidad a los antimicrobianos. Esta información fue fundamental para orientar las medidas de salud pública, incluida la identificación y el cribado de la resistencia a antibióticos como la eritromicina.

El estado de vacunación de los pacientes afectados fue difícil de evaluar debido a la documentación médica incompleta. Según los datos disponibles, solo cuatro pacientes fueron vacunados contra la difteria, 10 declararon no estar vacunados y se desconocía el estado de vacunación de 290 pacientes. Para quienes completaron su esquema de vacunación contra la difteria, la probabilidad de contraer la enfermedad es muy baja. Normalmente, una dosis de refuerzo 10 años después de la última dosis es suficiente para mantener la protección.

"El estudio demuestra la importancia de garantizar que todas las personas tengan el estado de vacunación contra la difteria al día, incluso entre las personas vulnerables como migrantes, personas sin hogar, personas que se inyectan drogas o personas no vacunadas. Esto también significa que los profesionales sanitarios deben estar atentos a los síntomas de la difteria, especialmente cuando sus pacientes pertenecen a grupos vulnerables o tienen algún vínculo con estas poblaciones", concluyó 
Silvia Funke, experta del ECDC en enfermedades prevenibles mediante vacunación.