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Si bien el envejecimiento es un proceso inevitable, la comunidad científica busca, continuamente, respuestas sobre el ritmo del envejecimiento y la variabilidad en la forma de envejecer. Un ejemplo de ello lo representan investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Connecticut (EEUU) y colaboradores de la Universidad ...
Si bien el envejecimiento es un proceso inevitable, la comunidad científica busca, continuamente, respuestas sobre el ritmo del envejecimiento y la variabilidad en la forma de envejecer. Un ejemplo de ello lo representan investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Connecticut (EEUU) y colaboradores de la Universidad de Helsinki (Finlandia) y la Universidad de Exeter (Reino Unido) cuyo trabajo conjunto ha dado como fruto una herramienta eficaz para comprender el envejecimiento biológico y evaluar el riesgo de padecer una amplia gama de enfermedades crónicas.
Partiendo de datos proteómicos de más de 53.000 participantes del Biobanco del Reino Unido, el equipo de investigación identificó un conjunto de proteínas que, en conjunto, señalan la salud biológica de una persona. El Índice Proteómico de Longevidad (HPS), desarrollado por dichos investigadores, proporciona una herramienta eficaz para comprender el envejecimiento biológico y evaluar el riesgo de padecer una amplia gama de enfermedades crónicas.
Posibilidad de medición
La investigación refuerza la creciente evidencia de que la biología del envejecimiento puede medirse y potencialmente modificarse, y el HPS ofrece un prometedor resultado indirecto para ensayos clínicos de terapias antienvejecimiento y estrategias preventivas destinadas a prolongar la vida con buena salud. Esto marca un paso importante hacia una mejor predicción de la variabilidad en las trayectorias de envejecimiento y, en última instancia, hacia el desarrollo de intervenciones más específicas y eficaces.
"Al integrar las señales proteómicas del envejecimiento biológico, la HPS ofrece una herramienta prometedora para identificar a las personas en riesgo de padecer enfermedades relacionadas con la edad y para orientar estrategias de prevención personalizadas", destacó el Dr. Breno S. Diniz, autor principal y profesor asociado de Psiquiatría en la Facultad de Medicina y el Centro sobre el Envejecimiento de la UConn.
Así, una HPS más baja, determinada con base en la expresión de estas proteínas, se asoció significativamente con un mayor riesgo de mortalidad y enfermedades relacionadas con la edad, como insuficiencia cardíaca, diabetes, demencia e ictus, incluso después de ajustar por edad cronológica y otros indicadores de salud. La puntuación se validó en una cohorte finlandesa independiente y demostró un rendimiento superior en comparación con las medidas existentes de envejecimiento biológico.
"Nuestros hallazgos subrayan la importancia de cambiar el enfoque de la longevidad a la longevidad saludable", explicó la Dra. Chia-Ling Kuo, autora principal y profesora asociada de Ciencias de la Salud Pública en la Facultad de Medicina de la UConn y el Instituto Cato T. Laurencin de Ingeniería Regenerativa. "El HPS captura los cambios biológicos tempranos en el cuerpo y podría ayudar a fundamentar intervenciones que promuevan un envejecimiento más saludable", agregó.
En definitiva, el HPS ofrece un prometedor resultado indirecto para ensayos clínicos de terapias antienvejecimiento y estrategias preventivas destinadas a prolongar la vida con buena salud. Esto marca un paso importante hacia una mejor predicción de la variabilidad en las trayectorias de envejecimiento y, en última instancia, hacia el desarrollo de intervenciones más específicas y eficaces.
El equipo de investigación trabaja actualmente para evaluar la HPS en ensayos clínicos. Si bien aún no está disponible para su uso generalizado, este trabajo sienta las bases fundamentales para futuras herramientas que podrían ayudar a las personas y a los profesionales sanitarios a monitorizar y promover un envejecimiento más saludable.