La IU representa un desafío sanitario, social y económico de creciente magnitud en nuestro país

Así lo manifiesta ALiNUR – Alianza Contra la Incontinencia Urinaria, que ha presentado el documento de consenso 'Retos y propuestas para la mejora de la continencia urinaria femenina en España', elaborado con el apoyo de la compañía de tecnología médica Becton Dickinson.

Así, cuenta con el respaldo de destacadas sociedades científicas y asociaciones de pacientes como la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), la Asociación Española de Urología (AEU), la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC) o la Asociación Incontinencia (ASIA).

Se trata de un informe que identifica los principales retos asociados a la IU femenina en nuestro país y plantea una serie de propuestas alineadas con las necesidades actuales del sistema para avanzar en su detección, abordaje y visibilidad, desde un enfoque sanitario, social y de género.

Durante la jornada, se ha podido ver que la IU representa un desafío sanitario, social y económico de creciente magnitud en nuestro país.

En cifras económicas

En este contexto, como se ha comentado, el abordaje de la IU femenina genera un impacto económico tanto en términos de costes directos como indirectos. En Europa se estima que la carga económica supera los 69.000 millones de euros anuales.

En este sentido, han informado que, en España, solo el uso de productos absorbentes representaba el 59% del total de productos sanitarios prescritos en 2022, con su consiguiente repercusión a nivel ambiental, generando más de 172.000 toneladas de residuos anuales derivados de la eliminación de pañales de un solo uso, cuya degradación completa puede tardar hasta 500 años.

Además, hay que resaltar los problemas asociados en términos de salud mental que a menudo acompañan a esta condición. A nivel psicosocial, han incidido en que estudios recientes muestran que hasta un 30% de las mujeres con IU presenta síntomas de depresión, consecuencia directa del estigma, la pérdida de autonomía y el deterioro de la calidad de vida^.

Durante el evento, la Dra. Àngels Roca, de la Asociación Incontinencia ASIA, ha insistido en que se trata de "una oportunidad de dar voz a los pacientes, ya que ha sido silenciada durante mucho tiempo. Así, este consenso es un paso decisivo para ofrecer respuestas coordinadas y basadas en la evidencia".

Como han descrito, en cuanto a población afectada, hay entre 55 y 60 millones de personas en Europa y dos tercios de personas mayores con IU no lo comunican a un profesional. Tiene una condición altamente prevalente en población femenina. Además, 380 mil mujeres padecen incontinencia nocturna grava en España. Se trata de la tercera enfermedad crónica que genera más pérdida de años en calidad de vida. El perfil del paciente es de más de 50 años.

Por otro lado, como ha subrayado la Dra. Irene Díez Itza, presidenta de la Sección de Suelo Pélvico de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), ha afrontado los retos de la IU agrupados en salud, sociales, sostenibilidad y organizativos. Entre otras, se pueden tener problemas dermatológicos, de deshidratación, desórdenes del sueño o carga psicológica, entre otras. Tanto es así, que la profesional ha alertado que hasta un 30 % tiene depresión.

Otros retos

Durante la jornada también han destacado que la IU afecta a entre el 20 % y el 25 % de la población geriátrica, con cifras que superan el 50 % en residencias para personas mayores. Sin embargo, solo una minoría de pacientes consulta al médico, lo que refleja un importante infradiagnóstico y subregistro. A esta situación contribuyen factores como la falta de educación sanitaria, la escasa sensibilización de los profesionales y la percepción errónea de que la IU es una consecuencia inevitable del envejecimiento.

Los expertos señalan que el manejo eficaz de la IU en este grupo requiere un enfoque multidisciplinar, que combine tratamientos farmacológicos y no farmacológicos, sobre todo en aquellas pacientes donde el abordaje es paliativo. En entornos institucionalizados, además, la elevada prevalencia plantea retos añadidos en cuanto a recursos, formación del personal y protocolos de atención.

Un problema silencioso

Por su lado, la enfermera María Victoria García, ha incidido en las propuestas de mejora. "La IU sigue siendo una gran invisibilizada en la atención a las personas mayores. Es fundamental promover intervenciones centradas en la dignidad y la calidad de vida de quienes la padecen", ha subrayado.

Como ha informado, las propuestas del grupo han sido priorizar la IU en la agenda pública y adaptaciones en espacios públicos y laborales estando presente tanto a nivel nacional como en las distintas comunidades, además de programas de concienciación y educación, y acceso a la innovación. "La incontinencia tiene un estigma social". Así, solicita una mayor coordinación socio-sanitaria y apoyo psicosocial. En conclusión "este problema no solo es físico. Hay que fomentar la investigación, ya que al ser silencioso no se sabe el alcance real".