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Las enfermedades inflamatorias intestinales crónicas (EII), como la enfermedad de Crohn (EC) y la colitis ulcerosa (CU) , son resultado de una respuesta inmunitaria inadecuada hacia la microbiota comensal en individuos genéticamente susceptibles, exacerbada y promovida por factores ambientales como el estilo de vida occidental, la dieta y la industrialización. Sin ...
Las enfermedades inflamatorias intestinales crónicas (EII), como la enfermedad de Crohn (EC) y la colitis ulcerosa (CU) , son resultado de una respuesta inmunitaria inadecuada hacia la microbiota comensal en individuos genéticamente susceptibles, exacerbada y promovida por factores ambientales como el estilo de vida occidental, la dieta y la industrialización.
Sin embargo, pudiera haber posibilidad de otras enfermedades comúnmente asociadas con la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), incluidos problemas autoinmunes, de salud mental y cardíacos, según plantean investigadores de la Universidad de Alberta (Canadá), según plantean en un trabajo que han publicado en 'Nature Portfolio'.
El equipo utilizó inteligencia artificial para analizar registros médicos anónimos de 30.334 habitantes de Alberta que vivieron con enfermedad inflamatoria intestinal durante un período de 20 años. Utilizando un nuevo enfoque conocido como "medicina en red", los investigadores lograron crear herramientas interactivas para visualizar la aparición, frecuencia, secuencia y agrupamiento de trastornos asociados y ayudar, de ese modo, a diagnosticar y tratar afecciones que de otra forma podrían pasar desapercibidas.
Durante la elaboración del estudio pudieron comprobar que el 57 % de los pacientes presenta al menos otro trastorno autoinmune asociado o manifestación de enfermedad más allá del intestino. Los trastornos mentales y musculoesqueléticos son los más comunes, pero también se observó una alta incidencia de afecciones dermatológicas y respiratorias, trastornos del aparato genital y urinario, y enfermedades cardiovasculares, entre los más frecuentes.
"La conclusión para el paciente es que, si bien puede estar viendo a un gastroenterólogo con experiencia en enfermedad inflamatoria intestinal porque experimenta diarrea, sangrado rectal o dolor abdominal, puede resultar que en realidad también tenga otras afecciones", según el investigador principal Daniel C. Baumgart , profesor de medicina y profesor adjunto de informática.
"Los médicos deberían asegurarse de que los pacientes sean tratados por un equipo multidisciplinario, y las herramientas ayudan a descubrir qué otras afecciones detectar activamente", agregó el prof. Baumgart.
"Si bien conocemos la inflamación cutánea y musculoesquelética, incluyendo las afecciones dolorosas asociadas, no hemos prestado suficiente atención a la salud mental. Esto es fundamental porque afecta la calidad de vida de las personas, su capacidad para trabajar y su vida social", concluyó dicho experto.