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Aunque popularmente se hable de "superalimentos" para referirse a productos con alta concentración de nutrientes (vitaminas, minerales, antioxidantes, grasas saludables, etc), no existe un reconocimiento oficial de esta categoría dentro de la comunidad científica. El término se utiliza más bien con fines comerciales para destacar propiedades concretas de algunos alimentos. ...
Aunque popularmente se hable de "superalimentos" para referirse a productos con alta concentración de nutrientes (vitaminas, minerales, antioxidantes, grasas saludables, etc), no existe un reconocimiento oficial de esta categoría dentro de la comunidad científica. El término se utiliza más bien con fines comerciales para destacar propiedades concretas de algunos alimentos. Sin embargo, esto no significa que no tengan beneficios potenciales, sino que, por sí solos, no sustituyen una dieta variada ni un estilo de vida saludable.
En este sentido, alimentos como la chía, la quinoa, el aguacate o los arándanos destacan por su riqueza en vitaminas, minerales, antioxidantes y grasas saludables. Por ello, añadirlos a una alimentación equilibrada contribuye a mejorar la salud cardiovascular, fortalecer el sistema inmunológico y favorecer el bienestar general. No obstante, es esencial recordar que ningún alimento, por sí solo, tiene la capacidad de "hacer milagros", por lo que la clave radica en la variedad, la moderación y la coherencia con hábitos saludables.
"Para introducir estos alimentos de alta densidad nutritiva en la dieta el secreto está en la variedad y el equilibrio. Por lo tanto, esto no significa basarla exclusivamente en ellos, sino integrarlos de manera inteligente dentro de una alimentación completa y adaptada a las necesidades de cada persona. De esta manera, garantizamos un consumo adecuado que, a largo plazo, podría ayudarnos a prevenir enfermedades crónicas y a potenciar tanto el rendimiento físico como el mental", explica Sara Rueda, de Blua de Sanitas.
Bajo esta perspectiva, los expertos de Sanitas han preparado un listado con recomendaciones para facilitar la incorporación de estos alimentos en la dieta diaria:
"Incluir alimentos ricos en nutrientes en la dieta es una estrategia interesante para mejorar la salud, aunque siempre debe hacerse desde un enfoque personalizado. Por ello, pedir cita con un nutricionista, ya sea de manera presencial o a través de videoconsulta, es clave para evitar desequilibrios en la dieta. Algunos de estos alimentos, como la espirulina o la maca, pueden interactuar con ciertos medicamentos o no ser recomendables en casos de hipertensión o problemas tiroideos. Un especialista puede orientar sobre la cantidad adecuada y la mejor forma de combinarlos con otros alimentos para potenciar sus beneficios sin riesgos para la salud", concluye Sara Rueda.