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Avanzar en la comprensión de las alteraciones tisulares y celulares cardíacas y aórticas específicas de las mujeres en la hipertensión ha sido el objetivo de un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Monash (Australia) cuyos resultados arrojan luz sobre el papel de la hormona sexual femenina estrógeno ...
Avanzar en la comprensión de las alteraciones tisulares y celulares cardíacas y aórticas específicas de las mujeres en la hipertensión ha sido el objetivo de un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Monash (Australia) cuyos resultados arrojan luz sobre el papel de la hormona sexual femenina estrógeno en la protección de los corazones de las mujeres con presión arterial alta.
Los resultados del trabajo, publicados en la revista 'Communications Biology', sugieren que el estrógeno aumenta los niveles de una proteína natural llamada anexina-A1 (ANXA1), al menos, en ratones hembra. Este equipo de científicos ya había demostrado, anteriormente, que la ANXA1 desempeña un papel crucial en la regulación de la presión arterial. El mediador prorresolutivo anexina-A1 (ANXA1) es un regulador fundamental en la resolución de la inflamación y la homeostasis tisular en el sistema cardiovascular. La falta de dicha proteína exacerba la remodelación estructural aórtica y cardíaca adversa inducida por angiotensina II, la desregulación del proteoma mitocondrial y el deterioro de la función mitocondrial en modelos preclínicos de hipertensión, exacerbados en mujeres.
Ahora, los investigadores subrayan que la asociación entre estrógeno y ANXA1 desempeña un papel importante en la protección del corazón femenino frente al daño causado por la hipertensión arterial. Y es que a mayor deficiencia de dicha proteína, la presión arterial alta podría provocar daños más graves en el corazón y en los vasos sanguíneos principales, especialmente en las mujeres.
"Nuestro estudio revela un vínculo biológico entre la hormona femenina estrógeno y la proteína ANXA1, que protege el corazón, algo que, a nivel científico, no se entendía completamente. Pudimos observar cómo el estrógeno ayuda a aumentar la proteína ANXA1, y cuando esta proteína falta, el corazón es más vulnerable a sufrir daños debido a una función mitocondrial deficiente, el sistema energético del cuerpo", tal como expuso el Dr. Jaideep Singh, primer autor y miembro honorario de la Universidad de Monash.
El poder de la proteómica
Los investigadores demostraron que el estrógeno regula al alza los niveles de ANXA1, asociado con la desregulación de las redes inflamatorias y mitocondriales, lo que sugiere que el eje estrógeno-ANXA1 desempeña un papel crucial en la modulación de la inflamación y la prevención de la remodelación patológica.
Para los autores, este estudio revela el poder de la proteómica (el estudio a gran escala de las proteínas) para comprender mejor las causas de las enfermedades cardíacas y vasculares. También proporciona información molecular detallada sobre por qué hombres y mujeres experimentan estas afecciones de manera diferente, lo que podría ayudar a avanzar hacia terapias más precisas y específicas para la hipertensión arterial y los problemas cardíacos relacionados.
"Este hallazgo podría tener para futuros tratamientos que potencien la ANXA1, brindando una mejor protección a las mujeres con hipertensión", afirmó el Dr. Singh. "Estas terapias podrían ayudar a prevenir problemas graves como la insuficiencia cardíaca, al centrarse en el funcionamiento único del corazón y los vasos sanguíneos de las mujeres. También resalta la importancia de que los médicos consideren las diferencias de género al decidir cómo tratar las enfermedades cardíacas". agregó.
Y es que, según otra de las autoras, la Dra. Chengxue Helena Qin, "existe una gran brecha en la comprensión de cómo la hipertensión arterial y sus tratamientos afectan de manera diferente a hombres y mujeres. Históricamente, los ensayos clínicos han pasado por alto las respuestas específicas según el sexo, dejando a las mujeres subrepresentadas y desatendidas". Al respecto, el equipo pretende trasladar estos conocimientos hacia pruebas clínicas, especialmente para beneficiar a las mujeres con presión arterial alta.