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La enfermedad arterial periférica (EAP) es una afección común que reduce el flujo sanguíneo en las piernas y los pies, lo que aumenta el riesgo de dolor, úlceras e incluso amputación en el peor de los casos. Todavía se detecta y trata demasiado tarde, con una tasa de supervivencia a un ...
La enfermedad arterial periférica (EAP) es una afección común que reduce el flujo sanguíneo en las piernas y los pies, lo que aumenta el riesgo de dolor, úlceras e incluso amputación en el peor de los casos. Todavía se detecta y trata demasiado tarde, con una tasa de supervivencia a un año de tan solo el 50 % cuando los pacientes han requerido ingreso de urgencia
Para diagnosticar la EAP, se mide el índice presión tobillo-brazo (TBI), una prueba sencilla e indolora que compara la presión arterial de los pacientes en los brazos con la de los dedos de los pies. Sin embargo, puede ofrecer limitaciones en algunos pacientes, especialmente en aquellos con diabetes. Un método de diagnóstico alternativo podría mejorar la detección temprana y el tratamiento de esta patología tal como han sugerido, recientemente investigadores de la Universidad de Surrey (Australia).
El estudio, publicado en el 'European Heart Journal-Imaging Methods and Practice' , pretendió encontrar una medida diagnóstica más precisa que la que se utiliza habitualmente para diagnosticar la EAP, en particular en personas con diabetes, el índice dedo del pie brazo.
Los investigadores trabajaron con 155 extremidades de pacientes en tratamiento para la EAP. El estudio utilizó una forma de onda de ultrasonido Doppler para estimar el TBI (eTBI), lo que proporcionó una alternativa más rápida, precisa, reproducible y accesible a la prueba actual para la EAP.
Se observó que el eTBI es más consistente que el TBI estándar, muestra una menor variabilidad del observador y detecta con éxito mejoras en el flujo sanguíneo después del tratamiento, lo que lo convierte en una herramienta prometedora para monitorear la EAP, ayudando a prevenir complicaciones como úlceras y amputaciones, particularmente en pacientes con diabetes y alto riesgo cardiovascular.
"Esta investigación podría conducir a un diagnóstico más temprano y a un tratamiento más eficaz de la EAP, especialmente en personas con diabetes y aquellas con mayor riesgo de enfermedades cardíacas, lo que podría prevenir complicaciones graves como úlceras en los pies y amputaciones", señaló, al respecto, el prof. Christian Heiss, director del estudio y profesor de Medicina Cardiovascular en la Universidad de Surrey.