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Las mitocondrias son conocidas como las centrales eléctricas de la célula, ya que generan la energía necesaria para su funcionamiento. Esta producción de energía también genera moléculas reactivas de oxígeno (ERO) que pueden causar daño oxidativo si no se controlan adecuadamente. En concreto, pueden dañar todas las partes de la ...
Las mitocondrias son conocidas como las centrales eléctricas de la célula, ya que generan la energía necesaria para su funcionamiento. Esta producción de energía también genera moléculas reactivas de oxígeno (ERO) que pueden causar daño oxidativo si no se controlan adecuadamente. En concreto, pueden dañar todas las partes de la célula, especialmente las mitocondrias, y contribuir al estrés oxidativo, un desequilibrio vinculado a enfermedades como la diabetes, la neurodegeneración y las enfermedades cardiovasculares.
En este contexto, un equipo internacional de investigación, procedente del Hospital para Niños Enfermos (SickKids), el Centro Oncológico Princesa Margarita, la Universidad de Dalhousie, la Universidad de Exeter y la Universidad Médica de Viena, dirigido por el Dr. Peter Kim, revela un nuevo mecanismo entre dos compartimentos clave de la célula (mitocondrias y peroxisomas) mediante el cual las mitocondrias se protegen de los efectos nocivos de las ERO y ayuda a controlar el estrés y el daño internos.
El hallazgo, difundido en 'Science', desafía la idea tradicional de que la defensa celular se limita a compartimentos individuales, siendo el primero en demostrar el movimiento de ERO entre orgánulos como mecanismo de defensa. El estudio reveló, en concreto, que estas moléculas generadas por las mitocondrias pueden trasladarse a otro compartimento de la célula, los peroxisomas, a través de un punto de contacto recientemente identificado entre ambos orgánulos.
Si bien las ERO desempeñan un papel importante en el organismo, un exceso puede dañar las células sanas, y una deficiencia puede impedir que el cuerpo elimine las dañinas, como las cancerosas. Al identificar el puente que permite que las ERO se muevan entre las mitocondrias y los peroxisomas, se constata un mecanismo espacialmente específico que ayuda a mantener este sensible equilibrio. Dirigirse a la ubicación celular precisa donde se regulan las ERO, como los peroxisomas, podría ser clave para desarrollar tratamientos más eficaces, a juicio de los investigadores.
El hallazgo podría dar lugar, asimismo, a un nuevo entendimiento de la forma en que se interprentan las enfermedades asociadas con la edad, como la diabetes y las enfermedades neurodegenerativas. "Demuestra que la dinámica interorgánulo contribuye activamente a la defensa antioxidante, lo que introduce una nueva perspectiva sobre cómo las células gestionan el estrés oxidativo", tal como indicó la Dra. Laura DiGiovanni, autora principal y exestudiante de posgrado del Laboratorio de Kim.