La exposición prenatal a ciertas sustancias químicas puede alterar la inmunidad del bebé

Estar en contacto con sustancias tóxicas PFAS, sobre todo, durante la gestación puede alterar el desarrollo inmunitario, lo que podría repercutir a largo plazo en la capacidad del niño para generar una respuesta inmunitaria protectora bien regulada.

Estado: Esperando

24/07/2025

La exposición ambiental a sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) conlleva un riesgo añadido durante el embarazo, según corrobora un reciente estudio realizado por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Rochester (URMC) (EEUU) en el que se constata que dichos tóxicos atraviesan la placenta y la leche materna para alterar ...

La exposición ambiental a sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) conlleva un riesgo añadido durante el embarazo, según corrobora un reciente estudio realizado por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Rochester (URMC) (EEUU) en el que se constata que dichos tóxicos atraviesan la placenta y la leche materna para alterar el sistema inmunológico en desarrollo de los bebés.

Los PFAS se encuentran presentes en numerosos productos de consumo, desde utensilios de cocina antiadherentes y envases de alimentos hasta telas resistentes a las manchas y artículos de cuidado personal.

"Se trata del primer estudio que identifica cambios en células inmunitarias específicas que se encuentran en proceso de desarrollo al momento de la exposición a PFAS", explicó la Dra. Kristin Scheible, profesora asociada de Pediatría y Microbiología e Inmunología en URMC y autora principal. Publicado en la revista 'Environmental Health Perspectives', abre la posibilidad de implementar estrategias tempranas de monitoreo o mitigación de los efectos de la exposición a PFAS, con el fin de prevenir enfermedades crónicas.

Efecto de la exposición a PFAS

Para realizar el trabajo, el equipo monitoreó a 200 parejas locales de madres y bebés sanos. Midieron los compuestos PFAS comunes en la sangre materna durante el embarazo y posteriormente analizaron las poblaciones clave de linfocitos T de los bebés al nacer, a los seis meses y al año. A los 12 meses, los bebés cuyas madres tuvieron una mayor exposición prenatal a PFAS mostraron una cantidad significativamente menor de linfocitos T cooperadores foliculares (Tfh) -elementos vitales que ayudan a los linfocitos B a producir anticuerpos potentes y duraderos- y una cantidad desproporcionadamente mayor de linfocitos T Th2, Th1 y reguladores (Treg), cada uno vinculado a alergias, autoinmunidad o inmunosupresión cuando existe un desequilibrio.

"Las células afectadas por la exposición a PFAS desempeñan un papel importante en la lucha contra las infecciones y el desarrollo de la memoria a largo plazo de las vacunas", afirmó la Dra. Darline Castro Meléndez, investigadora del laboratorio de Scheible y primera autora del estudio. "Un desequilibrio en un momento en que el sistema inmunitario está aprendiendo cómo y cuándo responder puede aumentar el riesgo de infecciones recurrentes con síntomas más graves que podrían persistir durante toda la vida", agregó.

 Si bien no todas las exposiciones ambientales pueden evitarse, la recomendación de estos investigadores pasa por reducir el contacto con PFAS durante etapas críticas del desarrollo inmunitario fetal e infantil.

El equipo planea un seguimiento más prolongado para determinar si estos desequilibrios tempranos de las células T persisten hasta la infancia y si ello  se traducen en más infecciones, alergias o enfermedades autoinmunes. Medir directamente los PFAS en bebés y desentrañar las bases moleculares de estas alteraciones inmunitarias son objetivos clave de estos científicos para futuras investigaciones.

 

Autor: IM Farmacias