Eliminación de varices con láser: cómo funciona y cuándo es la mejor opción

La eliminación de varices con láser ha llegado al mundo médico como una bocanada de aire fresco, y realmente cambió la manera de tratar la insuficiencia venosa: para quienes buscan resultados fiables sin pasar semanas recuperándose, representa prácticamente un atajo hacia una vida normal.

Estado: Esperando

31/07/2025

La eliminación de varices con láser ha llegado al mundo médico como una bocanada de aire fresco, y realmente cambió la manera de tratar la insuficiencia venosa: para quienes buscan resultados fiables sin pasar semanas recuperándose, representa prácticamente un atajo hacia una vida normal. Hoy en día, disfrutar de una ...

La eliminación de varices con láser ha llegado al mundo médico como una bocanada de aire fresco, y realmente cambió la manera de tratar la insuficiencia venosa: para quienes buscan resultados fiables sin pasar semanas recuperándose, representa prácticamente un atajo hacia una vida normal. Hoy en día, disfrutar de una alternativa tan precisa y estética a la cirugía clásica prácticamente marca la diferencia entre volver al trabajo en días y lidiar con semanas de baja. Un punto esencial, que quizás vale la pena resaltar, es que el láser ofrece ese plus de seguridad y comodidad que, para muchos, ya era necesario en este campo. Si realmente buscas una solución moderna, descubrirás pronto que la eliminación de varices con láser es la favorita, por sus ventajas que van mucho más allá del simple aspecto estético: la recuperación rápida y el bajo dolor animan a cualquiera a dejar atrás ideas más anticuadas de quirófano tradicional. Por cierto, hasta quienes temen las agujas suelen comentar lo inesperadamente cómoda que resulta esta técnica.

¿En qué consiste exactamente el tratamiento láser para las varices? 

El núcleo de este método, conocido en consultas como ablación endovenosa, es cerrar estas venas problemáticas desde dentro, permitiendo que el propio cuerpo las "borre" poco a poco. Al contrario de lo que algunos suponen, aquí no hay que abrir ni recurrir a anestesia general, lo cual ya es un alivio para muchos.

Vale mencionar que el verdadero arte está en hacerlo todo en una simple sesión ambulatoria, evitando la parafernalia quirúrgica de otros tiempos.

El proceso paso a paso: de la fibra óptica al cierre de la vena

Guiado por la ecografía, que funciona como un GPS en miniatura dentro del cuerpo, el tratamiento sigue una secuencia clara (aunque la rutina clínica puede variar levemente. Hay varias etapas que se entremezclan para garantizar lo más importante: eficacia y ausencia de molestias fuertes.

  1. Anestesia local: El primer paso, como quien se pone protector solar antes de entrar al mar, es aplicar una anestesia local o tumescente, buscando que el paciente casi ni sienta el procedimiento.
  2. Introducción de la fibra: Mediante una minúscula punción, se introduce una fibra óptica, tan fina que resulta sorprendente su eficacia.
  3. Emisión de energía: Una vez lista, el láser aplica una dosis exacta de energía térmica. Los médicos usualmente eligen longitudes de onda como 810, 980 o 1470 nm, cifras algo técnicas pero que, en la práctica, marcan la diferencia entre éxito y complicaciones.
  4. Cierre de la vena: Algo así como derretir el hielo de una tubería, el calor causa que la vena reaccione y se cierre casi de inmediato.
  5. Reabsorción natural: Ya inservible, la vena simplemente desaparece con el tiempo, gracias a la labor incansable del propio organismo.

Aunque pueda sonar laborioso, todo termina en unos 30 a 90 minutos, y lo curioso es que muchos salen caminando con naturalidad, preguntándose por qué no lo hicieron antes.

¿Cuándo es el láser la solución más recomendada?

En la vida real, esas soluciones "para todos" no existen, y el láser no es la excepción. Es altísimamente recomendado cuando ciertas condiciones lo dictan, como si el paciente protagonizara una historia clínica donde su perfil encaja a la perfección con esta técnica. Aquí, la verdadera decisión la toma el médico tras una evaluación muy cuidadosa, incluyendo un mapeo venoso con eco-doppler, que es como el mapa del tesoro para detectar insuficiencia.

Perfil del candidato ideal

  • Varices tronculares sintomáticas: Cuando afectan a la vena safena interna o externa y con reflujo demostrado, el láser realmente hace maravillas.
  • Antecedentes de complicaciones: Personas que ya lidiaron con flebitis, úlceras, o incluso varicorragias, suelen encontrar en este método una solución muy esperada.
  • Deseo de evitar la cirugía convencional: Aquellos que anhelan dejar atrás los quirófanos y el lento retorno al trabajo acuden a esta terapia más amigable.
  • Recaídas tras cirugías previas: Para quienes han sufrido la vuelta de las varices, el láser aparece como el héroe inesperado.

Ventajas clave frenta a la cirugía tradicional

Francamente, si algo le lleva la delantera al stripping, es el carácter mínimamente invasivo del láser. Los resultados estéticos y la rapidez en el retorno a la vida normal explican por qué tantos especialistas recomiendan dejar atrás la vieja cirugía de extracción.

Característica

Tratamiento con Láser Endovenoso

Cirugía Convencional (Stripping)

Invasividad

Mínimamente invasivo (punción)

Invasivo (incisiones)

Dolor posoperatorio

Reducido

Mayor

Complicaciones

Menor tasa de hematomas e infecciones

Mayor riesgo de complicaciones

Recuperación

Rápida, retorno inmediato a la actividad

Lenta, requiere baja laboral

Baja médica

Reducción de hasta un 60% del tiempo

Prolongada

Resultados estéticos

Sin cicatrices visibles

Cicatrices en las zonas de incisión

Lo que debes saber antes del procedimiento

Si te toca decidir sobre este tratamiento, toma en cuenta que la verdadera diferencia la marcan la planificación y la preparación, no solo la técnica.

Diagnóstico y factores de riesgo

Antes de lanzarse a la piscina, el cirujano vascular debe hacer un diagnóstico meticuloso. Y no, no todo depende del aspecto de tus piernas: aquí entran en juego la genética, el sobrepeso, los embarazos previos y (curiosamente) trabajos que obligan a estar mucho tiempo de pie.

Contraindicaciones: ¿quién no debe someterse al tratamiento?

  • Venas extremadamente tortuosas que impiden pasar la fibra
  • Presencia de trombosis venosa activa
  • Infecciones en la piel justo donde hay que tratar
  • Diámetros venosos muy anómalos
  • Embarazo, que introduce otro universo de riesgos

Hoy, la ablación con láser ya es la herramienta favorita de los especialistas cuando se trata de varices en venas safenas. Si se elige bien el paciente y se cuenta con manos expertas, el resultado suele ser mucho más que una mejora estética: es una auténtica recuperación de la calidad de vida. Todo esto demuestra, sin duda, que medicina y tecnología, cuando trabajan juntas, pueden lograr cosas realmente notables. 

Autor: IM Farmacias