Reclaman una estrategia nacional para combatir la creciente crisis del descanso en España

Más de seis millones de personas sufren insomnio crónico en España, que además lidera el consumo de benzodiacepinas en Europa. La Alianza por el Sueño propone al Ministerio de Sanidad una hoja de ruta inspirada en el modelo francés para abordar el problema desde la salud pública.

Estado: Esperando

01/08/2025

La Alianza por el Sueño aplaude la reciente publicación en Francia sobre una ambiciosa hoja de ruta interministerial para la promoción del sueño de calidad y la prevención de sus trastornos en sus ciudadanos. Con esta iniciativa, Francia se convierte en el primer país europeo en reconocer el sueño como ...

La Alianza por el Sueño aplaude la reciente publicación en Francia sobre una ambiciosa hoja de ruta interministerial para la promoción del sueño de calidad y la prevención de sus trastornos en sus ciudadanos. Con esta iniciativa, Francia se convierte en el primer país europeo en reconocer el sueño como un determinante clave de la salud pública. Su hoja de ruta representa un ejemplo inspirador y perfectamente alcanzable para otros países, especialmente para España, donde los indicadores de sueño reflejan una preocupante tendencia descendente peor que el país vecino. Dormimos cada vez menos y con peor calidad: niños y adolescentes han perdido hasta dos horas diarias de sueño en las últimas décadas, con graves implicaciones para su salud mental, su desarrollo físico y neurológico y su rendimiento académico.

España enfrenta una crisis silenciosa del sueño. Más de seis millones de personas padecen insomnio crónico, y somos el país que lidera el consumo de benzodiacepinas en Europa y a nivel mundial, incluso por encima de Francia. Alarmantemente, cerca del 60 % de quienes consumen hipnosedantes lo hacen durante más de un año, muy por encima de lo que recomiendan las guías clínicas. A esto se suma un dato especialmente preocupante: casi el 70 % de los adolescentes españoles no duerme las horas necesarias para su desarrollo y bienestar: uno de cada cinco adolescentes entre 14 y 18 años ha tomado alguna vez en su vida este tipo de fármacos y cerca de un 10 % admite haberlas consumido sin receta médica, ya que en los domicilios están disponibles.

El Dr. Gonzalo Pin, coordinador de la Alianza por el Sueño y miembro de la Asociación Española de Pediatría indica: "Estamos viendo cómo niños y adolescentes duermen hasta dos horas menos que hace apenas unas décadas. Esta pérdida de sueño no es inocua: impacta en su desarrollo neurológico, su salud mental, su rendimiento académico y su equilibrio emocional. El sueño no es un hábito: es una necesidad biológica. Y como tal, debe protegerse desde las políticas públicas. Necesitamos revisar los horarios escolares, promover entornos digitales más saludables y acompañar a las familias en la educación del sueño desde la primera infancia. Si no cuidamos el sueño de los más jóvenes, estamos hipotecando su salud y el futuro del país."

Desde la Alianza por el Sueño, compuesta por más de 40 sociedades científicas médicas, asociaciones de pacientes y empresas, instamos al Ministerio de Sanidad a desarrollar e implementar una Estrategia Nacional del Sueño en España, alineada con las necesidades de descanso y bienestar de nuestra población. La Alianza considera prioritario que el Ministerio de Sanidad, en coordinación con las comunidades autónomas a través del Consejo Interterritorial del SNS, trabaje en el diseño e implementación de una Estrategia Nacional sobre el Sueño de forma urgente.

La hoja de ruta francesa demuestra que es posible desarrollar una política pública eficaz y multisectorial para el cuidado del sueño, abordando sus múltiples determinantes: la educación, la salud mental, las condiciones laborales, el urbanismo, el entorno digital y los hábitos de vida. El sueño debe ocupar un lugar prioritario en las políticas de salud pública, al mismo nivel que la alimentación y la actividad física. Tal como refleja la hoja de ruta francesa 2025-2026, es posible articular una política pública eficaz y multisectorial que aborde el sueño desde sus múltiples determinantes: educación, salud mental, condiciones laborales, urbanismo, entorno digital y estilo de vida.

La reciente hoja de ruta interministerial, presentada por el gobierno francés, convierte al sueño de calidad, por primera vez, en una prioridad de salud pública a nivel nacional, al reconocerlo como determinante y esencial para la salud física, mental y social de las personas. En este sentido, la Alianza por el Sueño propone al Ministerio de Sanidad adoptar los siguientes cinco ejes prioritarios para España:

1.- Reconocer el sueño como determinante de salud pública

  • Integrar del sueño al mismo nivel que la nutrición y el ejercicio físico en campañas de prevención y programas escolares, universitarios y laborales.

2.- Proteger el sueño en la infancia y en la adolescencia

  • Promover la higiene del sueño desde edades tempranas con materiales educativos para familias, pediatras y centros escolares.
  • Regular el uso de pantallas, fomentar rituales de desconexión y revisar horarios escolares.
  • Apoyamos las recomendaciones del proyecto Time Use Initiative para proteger los ritmos biológicos del sueño infantojuvenil.

3.- Actuar sobre el entorno para favorecer el sueño

  • Mejorar las condiciones acústicas, lumínicas y térmicas en viviendas y barrios, crear espacios públicos silenciosos, y aplicar la normativa europea de salud ambiental.
  • Formar a profesionales sanitarios para promover el descanso en hospitales y lugares de trabajo.

4.- Mejorar la detección temprana y el abordaje de los trastornos del sueño

  • Formar a profesionales sanitarios en el cribado y acompañamiento a pacientes con trastornos del sueño, incorporando una evaluación de la higiene del sueño en las consultas rutinarias.
  • Incorporar indicadores de calidad de sueño en los sistemas de información sanitaria y vigilancia epidemiológica como "signo vital", al igual que se recogen datos sobre la presión arterial o el IMC.
  • Implementar protocolos de uso seguro de benzodiacepinas y melatonina.
  • Reducir el uso prolongado de hipnosedantes mediante guías clínicas actualizadas.
  • Incorporar alternativas terapéuticas más seguras.

5.- Reforzar el conocimiento e investigación sobre el sueño y cronobiología

  • Apoyar proyectos de investigación en sueño, salud laboral, medioambiente y salud mental.
  • Incluir el sueño como prioridad en convocatorias nacionales de investigación.

Dormir es salud: saldar la deuda del sueño es una inversión que el país ha de hacer

Los trastornos del sueño han emergido como un desafío significativo en el ámbito de la salud pública de nuestro país, impactando considerablemente en la población española. Entre los trastornos del sueño, el insomnio es el que se da con mayor frecuencia en la población general. En la actualidad, se registra una prevalencia del 43,4 % de síntomas de insomnio, y su expresión más grave se registra con un 13,7 % correspondiente al trastorno de insomnio crónico, lo que equivale a más de 6 millones de personas.

Está científicamente probada la relación directa y, muchas veces, bidireccional entre el insomnio y la aparición de alteraciones de la salud de diversos tipos (cardiovascular, endocrino, metabólico, inmune, neurodegenerativo y mental). Esto también aplica a su correlación con el infarto de miocardio, ictus, diabetes, obesidad, enfermedad de Alzheimer, ansiedad y depresión, entre otras muchas enfermedades. Es conocida también la correlación entre el insomnio crónico y alteraciones de la salud mental como depresión, ansiedad, y recientemente, se recomienda el tratamiento de estas patologías de forma independiente y complementaria.

El insomnio es uno de los motivos de consulta más habituales en nuestros centros de Atención Primaria, Pediatría, Geriatría, Psiquiatría, Neurología y Unidades de Sueño, así como en la Farmacia Comunitaria.

Otro de los trastornos más prevalentes en la población adulta es la apnea obstructiva del sueño (AOS). Cerca de dos millones de personas en España la sufren, aunque menos del 10 % de las personas afectadas son diagnosticadas y tratadas de forma correcta. Además, esta enfermedad es dos o tres veces más frecuente en hombres que en mujeres, aunque el número de mujeres afectadas aumenta de forma significativa después de la menopausia.

Tal y como indica el Dr. Carlos Egea, neumólogo, coordinador de la Alianza por el Sueño, presidente de la Federación Española de Medicina del Sueño (FESMES) y coordinador del Año SEPAR 2025/26 de los Trastornos Respiratorios del Sueño, "dormir bien no debe ser un lujo, sino una necesidad fisiológica y un derecho esencial de salud. Una Estrategia Nacional del Sueño, construida desde el consenso, permitiría a España situarse a la vanguardia en bienestar, prevención y sostenibilidad del sistema sanitario. Desde la Alianza por el Sueño reiteramos nuestra total disposición a colaborar con el Ministerio de Sanidad, las comunidades autónomas y la sociedad civil para dar juntos este paso imprescindible. Porque dormir bien es vivir mejor. Porque el sueño es vida."

Asimismo, la Dra. Carmen Bellido, coordinadora de la Alianza por el Sueño y miembro de la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo (AEEMT) subraya que "el déficit de sueño es un factor de riesgo laboral silencioso, pero con consecuencias muy visibles: accidentes, bajas reiteradas, menor rendimiento y aumento de errores. Desde la medicina del trabajo, vemos a diario cómo el mal descanso mina la salud física y mental de los trabajadores, compromete su seguridad y a la de terceros, y afecta directamente a la productividad de las empresas. Promover una cultura del sueño saludable en el entorno laboral no es un lujo, es una inversión estratégica. Es necesario incorporar la salud del sueño en los planes de prevención, adaptar turnos y ritmos laborales al cronotipo humano y fomentar entornos que respeten los ciclos de descanso. Dormir bien no solo mejora la calidad de vida de las personas trabajadoras: mejora también la sostenibilidad del sistema económico y productivo."

Autor: IM Farmacias
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